mi punto de vista
Qué duda cabe de que se requieren ajustes en la educación superior, pero eso es muy diferente a sostener que el sistema está en crisis. Hoy, gracias al lucro (el deseo natural de querer estar mejor), tenemos un millón de estudiantes en ese nivel, debido las nuevas universidades privadas creadas desde los 80. Tenemos más posgrados que nunca. Tenemos más relaciones internacionales deintercambio estudiantil que nunca. Nos llegan más extranjeros a nuestras universidades que nunca. Muchas privadas ya compiten mano a mano con las grandes tradicionales, y son ampliamente preferidas a las tradicionales mediocres. Un millón de estudiantes representa el 40% de los jóvenes entre 18 y 14 años, y queremos llegar al 80%, como en los países inteligentes, como Japón. No hay que ser un geniopara darse cuenta de que para eso necesitamos muchas más universidades y centros técnicos o tecnológicos. Curiosamente, la izquierda quiere menos.
La universidad no tiene como función garantizar empleo, sino mejorar la capacidad de pensar y de aprender de manera autónoma. El resto es siempre individual. Cada estudiante debe poder escoger libremente la carrera que quiere. Pero la izquierda hablade los cesantes ilustrados, desconociendo que los egresados de las universidades ganan 4 veces más que los que no van, y que la gran mayoría sí encuentra empleo en menos de un año. Ser cesante con un título ciertamente da más oportunidades que sin éste: es cosa de preguntarles a las personas qué prefieren.
A un país nunca le sobra educación (capacidad de pensar y aprender independientemente). Lepuede sobrar entrenamiento, que es una especialización de la capacidad de pensar. Nuestro sistema de educación superior obliga a los estudiantes a especializarse a los 17 años, y eso es un crimen. Junto con aumentar el número de universidades y centros, hay que moverse al sistema de collage de una vez, y tener un sistema diverso de selección, no único. Hay que igualar las condiciones crediticiaspara todos, con créditos muy blandos subsidiados. También, tener muchos estímulos a la excelencia. Hay que mejorar el gobierno corporativo de las tradicionales, para garantizar el adecuado uso de los recursos. Hay que mejorar la acreditación, que es casi una burla, y facilitar la acreditación internacional. Hay que apuntalar seriamente la investigación y los posgrados. Hay que dar mucho más énfasisa la internacionalización. Y también avanzar a los modelos de gestión de conocimiento más que de contenidos.
La gran mayoría de los postulantes tiene alrededor de 500 puntos, y eso significa que quedan fuera de las tradicionales de excelencia (porque hay tradicionales que no lo son). ¿Entonces hay que dejarlos fuera? Claro que no. Por eso necesitamos un sistema de educación que pueda acercar...
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