Migutero

El Manual del fabricante.

Hoy en mi clase de ética, discutimos un tema muy importante; y es que el ser humano está compuesto de alma, cuerpo y espíritu. Este último fue el tema de discusión de hoy.
De todo lo que hablamos, algo particularmente llamo mi atención, y es que hablamos del hombre limpio, sin pecado de la creación y de cómo lo malo al entrar por el diablo a través de una serpiente,había tornado a este hombre en imperfecto, sucio y pecador.
Alli, cuando parecía que no habría esperanza, Dios decide enviar a su único hijo a morir por nosotros y servir de puente de salvación. Lo que muchas personas no saben es que para ser salvos debemos vivir como Dios lo desea, a parte de haber aceptado a Jesús.
Yo lo tomo así: un hombre es como uno de estos modernos celulares denominados:“blackberry” (sin el ánimo de comparar un ser perfecto creado por Dios a un celular, pero solo es un ejemplo).
Hice una encuesta a algunos de mis amigos que tienen este celular y ninguno de los que lo poseen saben todas sus funciones y aplicaciones, sólo les gusta porque es bonito, porque está de moda y porque pueden accesar a páginas que llaman la atención. Mi punto es que no se toman el tiempopara leer el manual, sino que creen saberlo todo y así como lo usan está perfectamente bien.
Ahora veamóslo así: el hombre vive en una sociedad donde todos viven por vivir; creyendo erradamente que sus actos están bien y que algo de crédito deben darle con Dios, pero cuando vamos a la Biblia descubrimos que vivimos por gracia y no por obras. Asimismo decubrimos cosas que nunca pensamos un libropodía decir de nosotros.
El fabricante conoce su producto y por eso deja el manual, así como él, Dios conoce su creación y quiere que viva su vida de acuerdo a sus estatutos.
¡Basta! De vivir por vivir, vayamos al manual del fabricante y descubramos todas las aplicaciones que tienen los blackberrys.
Sabes ¿qué es lo mejor? Que los celulares tal vez se dañan y son desechados porque no encontaron enél reparo, pero tu y yo tenemos la garantía que Dios no nos desechará sino que nos recogerá con amor y dará un nuevo corazón.
(Jn 6: 37)
El pasado un día fue presente y el presente mañana será futuro.

Parece que todos los días sucede algo diferente en mi vida que me hacen sentarme mi cama y empezar a escribir lo que piensa mi corazón. Hoy me sucedió algo muy curioso. Fue un día diferentedesde el principio. Primero me levanté más tarde de lo normal; después asistí a mi clase de reposición en la universidad lo cual no es muy común; luego me encontré con mis padres en un determinado lugar porque necesitaba un libro y ellos lo iban a comprar para mí.
Mientras viajábamos en el auto decidimos visitar a mis sobrinitas, pero da la casualidad que mi abuelo vive cerca de ellas, así quedecidimos ir a verlo porque él está un poco enfermo.
Llegamos a su casa; un lugar que no visitaba de hace mucho tiempo y que estaba un poco diferente desde mi última visita. Lo primero que desee fue ver a mi abuelo y saber cómo estaba sin esperar una extraña reacción en mí.
No soy de las personas que se conmueven fácilmente, porque intento imponer mi carácter sobre la debilidad, pero no pudecontenerme al ver a un anciano salir de su habitación, con un rostro cabizbajo, cansado, triste y con cierto aspecto de soledad. No podía creer lo que veía. Mi abuelo de 82 años, me pareció muy viejo y de lo más vulnerable.
Lo miré a los ojos, que habían cambiado de verdes a celestes, desde la última vez que lo había visto. Lo saludé amablemente y salí de la casa y empecé a llorar sinconsuelo. No podía creer como habían pasado los años y mientras yo realizaba mis sueños y era feliz, el hombre que le dio vida a mi padre moría lentamente en su hogar por pura tristeza y soledad.
Aún redactando esta historia, mi corazón se llena de tristeza porque recuerda dicho momento. Pensé en tantas cosas, de como mi abuelo nos ayudaba cuando era más joven y siempre nos daba dinero a mi...