Mistias Las Zanatas
Es indudable que cinco eran las tías las zanatas apodo que les dio un hombre malvado dos de ellas eran muy sencillas dulces y buenas, ellas tenias una relación con elmundo exterior muy buena al conocer muchas personas.
Podemos tener la convicción que las tías las zanatas aprendieron su lección que del cielo y la oscuridad de noche solo hay un pequeño momentopara darse cuanta lo bello que es la vida y cada momento hay que disfrutarlo a lado de las personas que quieres.
Cuando tenia yo siete de edad, mi madre q dicho sea de pasada era muy buena,inteligente y dinámica, pero con un genio irascible, ya no pudo soportarme mas. No concebía q un hijo suyo fuera tan lerdo de entendederas y de tan enmohecido cuerpo, ni q no pudiese, como ella, imprimir alcerebro y a los músculos un movimiento continuo.
Para deshacerse de mi, en forma disimulada y pretextando proteger mi salud, enviome a la casa solariego de mi abuelo donde me cayo en suerte conocer ami tío margarito. Al lado de estos parientes disfrute de una vida de engordamiento y de paz q me rindió hasta los doce años, cuando por negligencia o por acoquinamiento abandone a mi amado tío a sudestino, en la ubérrima montaña del Rey, con ocasión de un viaje q habíamos hecho al departamento de Olancho.
De regreso a Tegucigalpa, nuevamente le tocaba a mi madre echarse al hombro el fardo demi persona, mas recordó a las tres tías, hermanas ilegitimas de mi padre, q eran gente de bien y con fama, una de ellas, muy talentosa. Sin mucha vacilación y sin pizca de lágrimas allí me mando.El recibimiento q me hicieron fue frió, desconsolador. Las tres viejas, con los anteojos casi en la punta de la nariz, escudriñaron cada partícula de mi rebosante anatomía, y a pesar de q entre ellassolo cambiaron inteligentes miradas y sonrisas sin soltar una sola palabra, yo comprendí a las claras q maldecían la hora de haberse hecho cargo de mi sustento y de mi “educación”.
Y aunque lo...
Regístrate para leer el documento completo.