México Y Los Inicios Del Exilio Republicano

MÉXICO Y LOS INICIOS DEL EXILIO REPUBLICANO

Ante la violencia que se desató en la mayor parte del territorio español, a partir de la instauración de la segunda República en 1931, abandonaron el país grupos de personas pertenecientes o simpatizantes de la monarquía que temían por sus vidas; a este éxodo le seguiría, al proclamarse el alzamiento militar, el protagonizado tanto por extranjeroscomo por españoles, militantes de izquierda y derecha, residentes en las zonas no ocupadas, que al sentir amenazada su integridad física y la de sus familiares ante el desatado llamado “terror rojo”, empezaron a buscar protección en las embajadas por considerarlas prácticamente un refugio seguro y la única vía posible para salir del país.
En el informe confidencial enviado a México desde Madridpor el embajador Manuel Pérez Treviño con fecha 10 de octubre de 1936, daba cuenta de la “violenta persecución contra elementos de derechas” en la zona republicana, ejercida por las organizaciones extremistas, así como de la imperiosa necesidad de conservar la seguridad de los recintos diplomáticos y de

(...) la defensa de los nacionales y sus intereses, y lo relativo a los numerosos asiladosque, por la extraordinaria violencia del momento, han acudido en busca de protección a las Embajadas y Legaciones al encontrarse en peligro inminente de perder la vida o simplemente poseídos de pánico.

Días más tarde, el 13, el primer secretario Francisco Navarro, enviaba a la Secretaría de Relaciones Exteriores desde Madrid, un informe en el que describía entre otros pormenores, el procesode sovietización que se estaba produciendo en las poblaciones que quedaban en manos del gobierno y destacaba que: “En caso de que el Gobierno triunfe, la República Española será el segundo Estado Soviético del mundo”.
El gobierno mexicano giraba instrucciones a los cónsules en España y Portugal para que exclusivamente se concediera protección en los casos que de manera evidente peligrara lavida del solicitante, sin importar su filiación partidista, y se les diera el trato de exiliados políticos. A pesar de que los representantes diplomáticos argumentaban a favor de los solicitantes motivos humanitarios para no considerarlos asilados propiamente, según la Convención de 1928 de La Habana.
Se estima que el número de refugiados en las embajadas de Madrid, entre los países que aúnmantenían relaciones diplomáticas con la República era de unos 12,000 a finales de 1936; que empezaron a salir de España a partir de los primeros meses de 1937. En marzo de ese año la embajada de México embarcaba en el vapor Medi II, desde Valencia con rumbo a Marsella, a los 803 asilados que permanecían en la legación en Madrid desde el año anterior.
En este primer éxodo generado por el inicio de laguerra, figuraban intelectuales, muchos de ellos invitados por otros países, quienes huían de un régimen con el que en un principio se habían identificado, además, miembros del gobierno junto a sus familiares y conocidos, personas acaudaladas o que tenían recursos económicos suficientes para costear su exillio, religiosos de ambos sexos que habían logrado escapar a la persecución anticlerical de 1931y también hombres en edad militar que buscaban incorporarse a las filas de los nacionales.
El doctor Marañón aseguraba que el 80% de los profesores universitarios de España formaba parte de esta emigración de intelectuales, mencionaba entre otros a José Ortega y Gasset, profesor de la Universidad de Madrid. Ramón Pérez de Ayala, ex director del Museo del Prado; Ramón Menéndez Pidal, presidentede la Academia Española; Pio Del Río Hortega, autoridad en la investigación en el campo de la biología. Además, artistas famosos como los escritores Pío Baroja, Azorín o Manuel García Morente y destacados pintores como Ignacio Zuloaga.
Hacia mayo de 1938, prácticamente no quedaban ya refugiados en las embajadas, salvo una minoría que permaneció escondida hasta el final del conflicto....