Nacidos Para Madar
No es un secreto para nadie que esté al tanto de las tendencias actuales que la historiografía -en España y en todo el mundo- hace tiempo que postergó (aunque sin abandonardel todo) los esquemas estructuralistas e impersonales para dar cabida a los individuos de carne y hueso, tanto a ras de tierra, es decir, aquellos que se ubican en los estratos más humildes de lasociedad, como a los que escalan la cúspide de la pirámide social o desempeñan un rol relevante por diversos motivos. De ahí la proliferación de biografías que, en el caso español, que no se habíadistinguido precisamente por su interés en este apartado, ha supuesto no sólo un revulsivo sino una auténtica revolución bibliográfica. Biografías tradicionales, biografías renovadoras, novelas históricas,recreaciones y toda una amplia gama de fórmulas híbridas llenan desde hace años, con gran aceptación popular y hasta el beneplácito de los especialistas, los escaparates de novedades.
En esecontexto se sitúa esta valiosa aportación que, junto a la proclividad por el examen de los personajes que dejaron una huella perdurable en la sociedad de su tiempo, presenta otras tres dimensiones que puedencatalogarse como deudoras de las modernas corrientes de las ciencias sociales: en primer lugar, su focalización en el entramado político, antaño oscurecido por las fuerzas mecánicas de lainfraestructura económica y hoy reivindicado como elemento autónomo; dentro de esta vertiente, la cuestión del liderazgo y el carisma, un tema fundamental en la historiografía del siglo XX que hoy cobra nuevos yparadójicos perfiles por la supuesta ausencia de auténticos paladines en esta sociedad líquida o posmoderna; y en tercer lugar, pero no menos importante, la perspectiva comparada, que se ha impuestocomo inexcusable no sólo porque vivamos en un mundo cada vez más interconectado (la dichosa globalización) sino porque las otrora predominantes interpretaciones de ámbitos reducidos o nacionales se...
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