Niños Que No Van Al Colegio
La experiencia fuemaravillosa. En el centro llegaron a juntarse casi cien personas y la mitad eran niños: desde un bebé de dos meses hasta muchachotes que me sacaban una cabeza.
Lo pasamos muy bien y pude informarmedirectamente de los objetivos y acciones de esta Asociación, que pretende que la educación en el hogar sea reconocida formalmente en España conforme a las directrices de nuestro texto Constitucional, laexperiencia de los países del entorno y las sentencias que han avalado hasta ahora los casos que en España han sido revisados.
Pero lo que más me llamó la atención fue la actitud de los niños. Lasociabilidad era lo normal, siendo una forma de relacionarse la que percibí muý sana: los niños hablaban y jugaban entre ellos con enorme respeto, no hubo conflictos ni enfrentamientos, los mayores tratabana los pequeños con ternura y los incluían en sus actividades.
Me llamó poderosamente la atención que no se burlaran los unos de los otros ni compitieran con saña, no hubo peleas ni gritos. Si lamayor crítica que se hace a esta opción educativa es precisamente que los niños necesitan socializarse, mi impresión era que se relacionaban perfectamente en sociedad y disfrutan respetuosamente de ello.Estos niños estaban acostumbrados a tratar con adultos y les hablaban con naturalidad, con respeto pero con seguridad en su mismos, de igual a igual. En su vida cotidiana sus relaciones sociales nose circunscriben a un aula, un patio y un grupo de compañeros de su misma edad, sino que tratan con personas de todas las edades según sus simpatías e intereses. Y creo que eso es muy importante...
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