No pedí...
Desde muy temprana edad comprendí que la vida no era lo mismo para todos aunque se me había dicho que Dios nos había creado a todos por igual y quepor ello si yo tenía el otro también, esa fue mi percepción hasta que pude constatar lo contrario una vez crecí. Comprobé la diferencia a muy temprana edad. La veía en los niños, en las mujeres, enlos hombres, en los perros, en los gatos, en los burros, en los caballos, la veía en todo lo que me rodeaba, en todo aquello que tenía vida y aún así no podía entenderlo.
Desde muy temprana edad, amis 9 exactamente, pude sentir a través de mis manitos, el terror, el miedo de un corazoncito que luchaba por sobrevivir…era el corazón de una perrita que había encontrado caminando sin rumbo en buscade quien la había dejado salir de aquella que creyera era su casa y no se había percatado de su ausencia. Ella no había perdido la esperanza y la fe de que la estaban buscando y la encontraríanporque les hacía falta a sus dueños.
Pero no fue eso lo que encontró, encontró mis ojos que no comprendían el porqué había gente que permitía que eso sucediera, no comprendía el porqué no la estabanbuscando, me quedé petrificada viendo esa cosita tan pequeña arrastrar su pena, estaba deshecha pero no paraba de caminar.
Desde ese momento hasta el día de hoy sigo preguntándome lo mismo, sigoformulando la misma pregunta que me hice aquél mismo día en que me topé con aquellos ojos que miraban con temor e inocencia a la vez.
Me pregunto el porqué no le damos el valor a la vida, porqué no...
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