no se nada de arte

 NO SE NADA DE ARTE


Recientemente veía la película ‘Así del Precipicio’ producida por Eugenio López (Fundación JUMEX) en la que uno de los personajes se supone que es artista y en una visita a la Colección JUMEX hace gran alboroto de lo maravillosas que son las piezas que allí se encuentran, se detiene a observar largamente una pecera contres balones de basketball del norteamericano Jeff Koons diciendo que es lo máximo, pero no atina a decir porque es lo máximo, luego se detiene frente a una extensión eléctrica con focos (del cubano Félix Gonzáles Torres) y dice extasiada que es el “eco de la pérdida y el renacimiento” y que se puede ver con los focos prendidos o apagados. A lo que otro personaje le responde que se está tardandopara exponer porque puede comprar la misma extensión en un tianguis por veinte pesos, a lo que la ‘artista’ responde que esa pieza vale $200,000 dólares.

¡Wow! Yo hubiera esperado que siendo el productor del filme el propio director de la colección en cuestión nos dieran alguna información acerca de porque él considera que vale la pena para su fundación gastar ese tipo de dinero en una extensiónde focos. Hubiera sido una amabilidad bienvenida ya que ese dinero seguramente la fundación lo dedujo de los impuestos que su empresa debería pagar, esto es, que probablemente se pagó con nuestro dinero. Pero o quienes hicieron la película no tienen idea de porque debería ser interesante esta pieza, o les parece que quienes no le vemos el significado no valemos la pena que nos expliquen o de planocreen que de verdad hay algo en una extensión eléctrica con focos que pudiera o debiera remitirnos de alguna manera a la pérdida o al renacimiento de algo.

Esto me hizo reflexionar sobre una situación que he observado muchas veces a lo largo de mi carrera como artista, como investigador y como público del arte. En un museo o galería, un objeto cualquiera sin mayor manipulación en cuanto a suconfiguración formal, algo que se ve como cualquiera de los productos de la industria o del consumo que nos rodea cotidianamente, es exhibido como obra de arte. El pobre despistado, turista o ciudadano común que muy escasamente llega a caer en ese tipo de espacio observa el objeto, no detecta nada que halla que ver, no encuentra ningún tipo de mensaje a decodificar y muy extrañado sigue surecorrido, pero poco antes o después alguien con pinta de ‘experto’ de conocedor del arte, observa el mismo objeto con gran detenimiento, hace gestos de asentimiento como si detectara algo que los demás no ven e incluso es posible que explique a algún acompañante lo maravillosa que es esa ‘pieza’ con palabras domingueras y una estructura gramatical complicada y confusa. Ante este espectáculo nuestromiembro del público se dice a sí mismo “caray, no se nada de arte’.

Esta confesión del público da pie a la soberbia actitud de los ‘intelectuales’ que se consideran conocedores del arte contemporáneo y que los lleva prácticamente al desprecio del público al que, en teoría, debería servir ese mismo arte. Esta actitud que se atisba en la mencionada película, se puede ver también en el siguiente textode Fernanda Mejía, en que comenta sobre una pieza del mexicano Gabriel Orozco:

“Año 1993. Bienal de Venecia. Es la primera vez que presenta la caja de zapatos vacía al público. Ésta es pateada sistemáticamente por los visitantes. Cerca, detrás de una mampara o pared falsa se encuentra una pila de cajas de zapatos vacía listas para reemplazar la que haya sido golpeada.

Año 2000, exposiciónde Gabriel Orozco en el Museo Tamayo (Ciudad de México). Guardia de museo en primer plano casi vociferando como bienvenida “no está permitido tocar”, y la mirada aterrada del visitante de museo va del guardia a la caja.

Año 2005. Palacio de Cristal (Madrid). El servicio de limpieza del lugar tira en varias ocasiones la caja, pensando que es un desperdicio que alguien ha dejado ahí.

…¿Será...