no se que

Si hay algo que más odio y detesto son las Matemáticas. Simplemente, no se me van muy bien que digamos. O talvez puede ser que me le quedo mirando al –personalmente- chico lindo de la clase, prestándole el mínimo interés posible la explicación de la profesora gruñona que me asignaron, para mi mala suerte.; y es que ahora me dirijo a paso firme y veloz a su clase, ya que tuve unosinconvenientes en el camino, que con eso me refiero a comprarle un helado a Niall en el camino.
Cuando llego al aula correspondiente, pude notar como todas las miradas se posan en mí y como la profesora queda con la palabra en la boca de lo que estaba explicando.
–¿Por qué ha llegado tarde, joven? - Me pregunta bajando sus gafas hasta el puente de su nariz y dejando ver unos ojos interrogativos.
–Tuveunos inconvenientes en el camino.- Contesto con simpleza, sin una pisca de querer narrarle todo el cuento absurdo.
Veo como asiente y tomo eso como permiso para poder pasar finalmente, pero antes de siquiera dar un paso y pisar me dice:
–Pero antes, quiero que te arregles. Esto no es una escuela pública o de monos- Comenta antes de sentarse en su escritorio. Toda la clase comienza a reíren silencio, y pude notar las razones mientras me corregía: mi cabello desordenado, zapatos sin atar, camisa desabotonada y fuera de lugar. Me sonrojo por la vergüenza. Hasta pude divisar al chico lindo riendo, que patético.
Me encamino a mi lugar mientras trato de arreglarme la camisa. Me siento y saco un espejo junto con mis libros de Matemática. Me veo en el espejo y trato de peinarlo con misdedos. Maldito Niall, mira todo lo que has hecho.
Anoche lo invite a mi casa para ver unas películas y quedarnos hasta tarde despiertos. Resulta que él tuvo la maravillosa idea de hacer una competencia de quien bebía más con las cervezas de mi padre. Decidí que lo mejor era dejarlo ganar, ya que tenía mucha confiancia en si mismo de que el ganaría y mucha ilusión. Yo solo bebí una, escupiendotodo su contenido disimuladamente cuando el volteaba. Después de un rato, perdió la noción del tiempo y se durmió ahí mismo en la mesa, tuve que llevarlo cargado como toda damisela por las escaleras a mi habitación y tumbarlo en mi cama, ya después al siguiente día le avisaría a sus padres, sé que son muy estrictos en eso de la hora y su hijito. Después de todo, tuvimos nuestra lección y aprendimosde eso con una enorme resaca debajo de nuestros ojos, y más Niall, no me puedo imaginar la paliza que le dieron sus padres al verlo de tal manera.
Volviendo un poco al futuro, no recuerdo cuanto tiempo me quede perdido viendo a ese chico, hasta que sonó la campana dejándome aturdido. Suspire, otra vez me perdí en sus hermosos ojos esmeralda, vaya que sí, ese chico me traía loco.
–¡EUUU! Tierrallamando a ___.- reconocí esa voz de inmediato, es Niall, agitándome su mano en mi rostro a ver si tenía algún rastro de vida.
-¿Ah? ¿Qué paso?- pregunte despertándome de mi transe, agitando mi cabeza todo desconcertado– ¿Niall? ¿Qué haces aquí?
–Pues, como no te vi en la entrada, decidí buscarte a ver si te había pasado algo- Que lindo es mi rubia ¿No? - Vamos, antes de que se acabe la pizza.-Propuso.
–Eh, rubia, no te preocupes, a la pizza no le saldrán patas y se ira caminando sin dejarte almuerzo y con hambre.- vacile y pude ver como hizo una cara de disgusto.
–No creo que la pizza sea tan cruel y me haga eso ¿o sí?
Reí mientras pose mi brazo alrededor de su cuello y lo dirigía al patio donde todos están comiendo y discutiendo sobre algún tema en particular o trivial.
–Rubia,tu ve a hacer la cola que yo consigo un puesto- Propuse.
–Pero, ___ -Alargo mi nombre. Hizo un puchero infantil por lo que lo tome tierno y adorable.
–¿Por miiii?
–Vale- Dio un suspiro de resignación y se fue a hacer la cola de la comida mientras yo trataba de conseguir una mesa vacía con la mirada. Después de tantos intentos, no pude conseguir ni uno, todos estaban ya ocupados.
–Si...