Noches

Resistente a la teoría, la política hasta suele consumir la reflexión y apenas cambiar de forma. Ante la experiencia de un saber fragmentado, el pensamiento puede decaer por cansancio, puede repetirpara esconder la ignorancia, o puede afrontar la tarea de pensar cómo trazar un recorrido develador. Para esa última tarea, Rinesi recurre a una narración, recuperando la antigua senda griega quemantenía a la poesía vinculada al conocimiento y que trataba al teatro como el espacio en el cual los ciudadanos de la polis reflexionan sobre sus inquietudes. Así, la tragedia de Hamlet pasa a ser lallave de comprensión de la política moderna. La tragedia y no la filosofía política, ya que ésta rechaza la conflictividad desde sus orígenes en Platón y Aristóteles, "no piensa el conflicto, sino que lorepresenta: lo ordena". La tragedia, en cambio, sí permite evocar el antagonismo y la lucha que son constitutivos de la política.

En la tragedia el actuar se halla interpelado. Y ese Príncipe—todavía no Hamlet sino el analizado por Maquiavelo— no puede orientarse por una moralidad convencional, debiendo asumir rasgos trágicos en su hacer. Debe elegir, y en cada decisión concreta, más quemanifestarse una escisión entre moral y política, el Príncipe debe rechazar morales que pueden conducir a la impotencia política y apostar al conflicto como motor de cambios. Hamlet, en principio, seencuentra dominado por la inacción (¿será, como afirma René Girard, por la profunda identidad entre los hermanos, el viejo rey, su padre, y el nuevo, Claudio?). Rinesi considera que la tragedia de valoresde Hamlet es de naturaleza maquiavélica, y que en esta tragedia los sujetos ilustrados tienen escindidos sus sentidos: miran sin escuchar, y tampoco pueden percibir que hay cosas en el cielo y en latierra que la filosofía no puede pensar. Estas últimas son fuerzas propias del universo de lo trágico, incontrolables y tal vez de la misma materia que los sueños, son fuerzas que diseminan el olor...