Nuestro Encuentro

NUESTRO ENCUENTRO
Aquel era un día con poco sol y mucho viento, mi papá y yo habíamos apenas llegado al Estado Amazonas.
Fue un largo y pesado viaje, pasado por torrenciales aguaceros, carreteras en estado terrible de mantenimiento y un calor que ni siquiera el más potente aire acondicionado podía suavizar.
El objetivo de hacer tan pesado viaje no era otro que la necesidad de mi papá dereencontrarse con su viejo amigo Carlos Fagundez, colega y ex compañero dela Universidad.
De camino a casa de nuestro amigo Carlos, fuimos repasando el paisaje de esa bella región, sus verdes espacios, sus múltiples cursos de aguas y lagunas alrededor de la carretera y los árboles más frondosos que hubiera visto. Y de repente zas!, como caído del cielo apareció ante nuestros ojos aquella pequeñita yextraña figura casi desnuda, con su carita pintada y una sonrisa que brillaba mas que el sol del medio día:
.- Ehhh, hohola… alcance a decir.
.- kamijə-ny sipara ja-puhi-i, respondió el niño
.- No entiendo nada, ¿no hablas español?
.- Tal vez en un saludo, alcanzó a decir mi papá
.- ¡O un rechazo!, dije yo
El moviendo su cabeza, reptió
.- kamijə-ny sipara ja-puhi-i
Con esa frase se alejóde nosotros adelantándose en el mismo camino que recorreríamos nosotros.
.- Dejémoslo tranquilo, dijo mi papá, quizá lo que quiera es ir a su casa.
Permanecimos por un rato frente a ese enorme árbol tan ancho como una cuadra de mi urbanización, como tratando de descubrir la razón por la que aquel niño permanecía frente a el.
Casi media hora después retomamos la ruta, divisando a lo lejos unpuntito a la orilla del camino, que al irnos acercando no era otro que el pequeño indígena sentado sobre una piedra.
Lo invitamos a subir al carro y aceptó, pero desde ese momento hasta casi dos horas después cuando sentí sobre mi hombro la mano del niño que me indicaba que había llegado a su casa, no cruzamos ni una sola palabra.
Bajo del carro pero permaneció parado frente a nosotros, moviendosus brazos y señalando una gran choza hecha de palmas en la que se veía una enorme cantidad de personas.
No era difícil comprender que lo que el deseaba era invitarnos a pasar y así fue:
Al llegar, después que el pequeño habló con el que parecía el jefe, recibimos especiales atenciones, alimentos, collares y recipientes elaborados por ellos mismos. Considerando suficiente el tiempo que habíamospermanecido en aquella choza intentamos continuar nuestro viaje pero ya la noche había llegado y con ella llegaron truenos estruendosos y relámpagos que hacían presagiar una tormenta, que desató apenas minutos después del primer trueno.
Era evidente que así no podíamos continuar por lo que decidimos pasar aquella noche en aquella casa en donde había decenas de indígenas.
NOS CONTARON SUHISTORIA
Al amanecer nos llevó a conocer a su tribu y mientras íbamos caminando nos encontramos a aquel señor serio que no parecía indígena:
.- Buon Giorno amigos míos, dijo con acento italiano
.- Un placer, dijo mi papá.
.- Soy Gianfranco, el sacerdote de la comunidad
.- Que bueno, dije yo, alguien que hable español. ¿Nos acompañas?
.- Claro.
De tal manera que acompañados del sacerdotecomenzamos a recorrer parte de la comunidad y recibimos el saludo de cada uno de sus integrantes sintiéndonos como si estuviéramos dentro de un verdadero grupo de amigos.
Aprovechamos todo ese tiempo para familiarizarnos con la vestimenta y las costumbres.de vida de la Etnia Yanomami. Sin dejar por supuesto de saborear los dulces frutos de la naturaleza y la frescura de un buen baño en el rio
Gracias ala traducción de Gianfranco pudimos saber que nuestro amigo nació el 20 de enero de 2002, es decir tiene 10 años como yo, que tiene 7 hermanos.
Tres de esos hermanos ya tienen su propia familia mientras que los otros cuatros aun son muy pequeñines.
Nos habló del origen de su pueblo. Es una historia fantástica, pues según cuenta la leyenda el primer Yanomami nació de una gota de sangre de la...