Pablo Beitia

En el intento de describir brevemente este proyecto debe decirse, como un enunciado, que el camino hacia el lenguaje arquitectónico adecuado para el Pan Klub está visible en la identificación que Xul hace de sus moradas en la propia obra plástica, como un resultado natural de la confluencia entre los caminos de búsqueda poética –es un poeta visual según Aldo Pellegrini y la experiencia delespacio mediante los elementos de arquitectura de sus lugares familiares. Queda en esto especialmente señalado el medio urbano, verdadero ámbito del desempeño humanista de Xul Solar.

Esta vivienda aportaba elementos de arquitectura al juego plástico, onírico y musical de los espacios que inventaba Xul Solar.
Allí están muros y tabiques como cartones para acuarela envueltos en luz, ingrávidos, vigasy columnas, arcos y pilares, articulados libremente en el espacio más como seres conscientes, en danza, que meros componentes edilicios; la luminosidad tenue del bosque el recorte geométrico de la luz de la ciudad; y misteriosas lámparas suspendidas del cielo sobre solitarios personajes o sobre la urbe misma. Senderos flotantes y escaleras de toda clase, múltiples, como las figuras en marcha queen hospitalaria atmósfera van en íntima elevación.
Todo Armonía, bajo la tutela del geómetra exacto: Xul, que desde la discreta dimensión de sus témperas y acuarelas contesta con sus “arquitecturas ideales”, a todo preconcepto mecanicista, a toda actitud anti-urbana.

Si bien el arquitecto Beitía, que hoy cuenta con 41 años, no conoció personalmente a Xul Solar (fallecido en 1963), es un cambioun entendido de su obra y de los secretos que ella encierra. De hecho, el proyecto parece rendir homenaje al valor casi mítico de la antigua casa existente sosteniendo con una nueva estructura de hormigón armado que reemplaza a la vieja y vacilante, asentada en barro, las habitaciones más importante ubicadas en los altos. Beitía gusta precisar que no se trata de un reciclaje, sino de un “edificioviejo arriba de un edificio nuevo”.

La presencia de un elaborado espacio central, que por si implica un reclamo a la memoria –el patio de origen latino tan difundido, si bien transformado, en la ciudad latinoamericana-, impregna además al conjunto de una luz y una atmósfera cuyo carácter místico acerca la arquitectura a la obra del artista. La creación de este espacio, donde se desarrollanactividades culturales como conferencias y conciertos, no implicó sin embargo la adopción de un rígido orden centralizado. Por el contrario, organizando a su alrededor una serie de momentos concatenados no subordinados al espacio central y que se van develando uno tras otro, se propone al visitante la libertad de descubrir y experimentar las distintas alternativas de recorrido que, organizadas enforma de diversas espirales ascendentes materializadas por rampas, escaleras y muros de hormigón, estimulan a través de una serie de ranuras, intersticios y calados, la creación de un camino propio. Así se es sutilmente empujado hacia los bordes del museo, allí donde la mampostería respetuosamente blanca recibe al arte excepcional de Xul Solar. La experiencia del visitante aprehende la creaciónartística a través de la invención del arquitecto, en un juego de espejismos que recuerda los laberintos borgianos.
Xul Solar a su regreso de Europa, habría de plantear con su obra la posibilidad de un nuevo orden que reuniera el racionalismo con el misterio y la ciencia con la magia. En definitiva un orden más auténticamente latinoamericano, equiparable a lo que en la literatura se conoce como el“realismo mágico”, aquel de las novelas de García Márquez.
El arquitecto Beitía se asocia a esta búsqueda, cuando eludiendo un campo de acción rigurosamente cartesiano, encara con osadía espacial y constructiva el tema de la invención estructural, que en la medida que se experimenta no es definitiva ni inventariable. La estructura esta formada por un conjunto de entrepisos que parecen suspendidos...