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(Desde cualquier revuelta del camino se ve el entero y verdadero valle de Aneu.
(Foto Marqués de Santa. María del Villar.)

VIAJE
AL PIRINEO DE LÉRIDA

34.-UN CAN AMIGO.
LA CONDESA VALIENTE
PorCAMILO JOSÉ CEU

las puertas aún. de Esterri se 3»
pegó al viajero un perrillo sin amo,
sentimental, peludo y picaro, que
probablemente tuvo un bisabuelo "setter"
y distinguido. Está demostrado por laexperiencia que los perros eligen a sus amigos
con cierto buen criterio. El perro es especie
comensal del hombre (como el gato es su
huésped distante) y, como tal especie, ¡hubiera desaparecido hace yatiempo de haberle fallado ese instinto de la amistad; si
el perro no llega a saber elegir su arrimo
con sabiduría, a estas alturas, probablemente, se hubiera convertido ya en un vago
recuerdohistórico. El viajero es buen amigo de los perros y los perros, en correspondencia y justo pago, son buenos amigos de
él. El chucho de ¡Esterri se presentó ante
el Viajero meneando la cola, en señal de
paz, ylamiéndole la mano, en muestra de
acatamiento y respeto; el viajero, para demostrarle que compartía su gozo, le metió;
una mano en la boca y le dio un par de
palmadas en el pecho. E l can de Esterriy el viajero se hicieron amigos desde el
primer momento y pactaron, sin mayores
solemnidades, andar el camino Juntos hasta el final o hasta que cualquiera dé los
dos se hartara. Al viajero le hubieragustado saber el nombre de su nuevo amigo;
como no pudo averiguarlo, procedió por
tanteo y le llamó de varias formas diferentes—Gafibaldi, ¡Paco, Gorrión...—sin éxito. Cuando al cabo de probar yprobar le
dijo Llir, que es la forma antigua y poética
del catalán ¡lliri, lirio, el gozquecillo rompió a pegar tales y tan desaforados saltos,
que ©1 viajero entendió bien a las claras
que si no sellamaba así, sí asi quería
llamarse para siempre.
Al salir de Esterri, a mano derecha del
camino, se ve un gran edificio abandonado,
sombrío y triste, en cuya fachada aún se
leen las palabras de la...