Para que estudiar filosofia

QUÉ Y PARA QUÉ ESTUDIAR FILOSOFÍA PARA
PROPÓSITOS DE INVESTIGACIÓN
(Ensayo crítico)

Me gradué como bachiller en humanidades, lo que significa que a mis 16 años estaba escuchando términos como “gnosis”, “nihilismo”, “positivismo”, “materialismo”; nombres como Anáxagoras, Demócrito, Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes, Marx, Hegel (a este último, siempre lo confundí con Engels). Filosofía,gnoseología, sociología, sicología representaban solo un grupo de palabras con una misma sonoridad final…solo eso.
Guido Guidotti se llamó mi viejo profesor de filosofía y sociología, un italiano que se vino a Venezuela huyendo a la segunda guerra mundial, la cual vivió y sufrió, según su propio testimonio, a través de muchos de sus familiares. Realmente desconozco si fue esta etapa de su vida oel hecho de ser de origen italiano, por aquello de la época greco-romana, lo que incidió en que este hombre fuera un verdadero apasionado de “esa asignatura” llamada filosofía.
La referencia a esta etapa de mi vida la hago por una razón: a pesar de lo abstracto y lejano (raro, diría en esa época) que me parecían los nombres y términos a los que hice referencia, la pasión y el amor con que mi viejoy recordado profesor hablaba y trabajaba por y para la filosofía influyeron a que, aún siendo un adolescente, me interesara en entender, o al menos tratar de hacerlo, qué era la filosofía, para qué servía en términos generales e incluso en que podía servir en particular en mi vida; sin embargo, la verdad sea dicha, no tuve mucho éxito. Tan poco aprendí, que al final del año todavía me intrigabaporque en la guía de filosofía de la que estudiábamos o en las clases del profesor no se mencionaba a Hércules, Thor, Zeus y Neptuno, los “griegos” más populares que yo conocía.
Soy docente de profesión, por lo que cursé asignaturas humanísticas, tales como Filosofía de la Educación, Sociología de la Educación, Sicología y otras más. Pensé que mal o bien mi formación de bachiller en humanidades medaría un piso sólido para “solventar” las esas asignaturas, especialmente filosofía, pero me volví a equivocar. Enfatizo la palabra “solventar” dado que la motivación que me generó mi profesor Guidotti no estuvo presente; por el contrario, el profesor de filosofía de la educación que tuve en la universidad se dedicó a demostrar que “nunca podríamos aprender filosofía” (así nos dijo al final delcurso) por lo que no valía la pena intentarlo. Ante tal apreciación que venía de un “especialista” asumí que mi viejo profesor de filosofía en bachillerato solo era un iluso que desvariaba por su edad cuando pretendía que adolescentes entendieran asuntos del alma, del ser y la esencia. Así pues, me gradué de profesor convencido que la filosofía era algo inútil, pasado de moda y que si había algo queaprender no estaba a mi alcance intelectual.
Soy profesor de inglés, pero las circunstancias (¿o el destino?) me llevaron a ejercer mi oficio de docente en diferentes niveles y diversas áreas. El lidiar con el reto de educar y no solo instruir a niños de primaria me obligó a reestudiar pedagogía, esta vez con una visión distinta a como lo hice en la universidad, ya que no buscaba aprobar materiassino realmente aprender. Al iniciar mi estudio autodidacta de pedagogía reaparece ante mí una vieja conocida: la filosofía.
Esta vez mis nuevos profesores de filosofía de la educación (los autores de los libros que leí) me decían todo lo contrario a la lapidaria frase dicha por aquel mal recordado profesor de la universidad. Afirmaban que la filosofía no solo era la madre de la pedagogía, sinoque de ella se originaban cada una de las ciencias y disciplinas del saber, por lo que, en mi caso particular, su comprensión era absolutamente necesaria si quería ser un educador integral y verdaderamente formado y no solo un instructor especialista de conocimientos estancos. Desde ese momento, con mucha dificultad en un principio pero ahora con mayor facilidad con la ayuda del internet, me...