Paranoia de la mitad de un pomelo
Resulta que...soy yo muy de ceño fruncido, muy de esquivar contacto, muy hilarante, muy sarcástica, muy ácida, muy chula, con un sentidodel humor como muy mío. Como muy animal en todo. Como muy mezcla entre una especie de insecto sin descubrir y un erizo cualquiera o algo así. Se me llena la boca de crítica y me encanta tengo quereconocerlo. Me “eeeencanta” pasarme horas removiendo mis argumentos y defendiéndolos con ahínco con la ceja izquierda elevada al máximo y con cara de "no te lo consiento". Pobre ton-ta (con melodía decanción). Ahora te jodes, recibe al karma con todos sus suspiros, fantasías, dudas y miedos chati que no eres azúcar y también te expones a ponerte más tonta que...qué mierda! he perdido la capacidadde comparar. ¿Será que empiezo a "estar hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón"?. No. No sólo es eso, estúpida. Di la verdad, dila! Te gusta. Te gusta de verdad. ¡¡¡Te gusta de verdad!!!Arrggggghhh (y vuelvo a darme una hostia en la cara). Pero, pero, pero... ¿te estás viendo no? el ser menos encantador, menos sentimental, menos normal del mundo. ¿Estás siendo espontánea y haciendo cosassuper raras, no? ¿Cuándo fue la última vez que...? oh,no. Mucho. Pero yo confiaba en que yo era inmune al gilipollismo de "tía, tía, tía...es que me gusta tanto, es tan...tan...” y se ve que no. Aver... ¿quiere esto entonces decir que se me rompen los esquemas de las franjas temporales, la distancia y la intensidad? yo que sé...a mi no me lo preguntéis coño. Ha llegado el kaos pero todo va a irbien, yo controlo.
Nunca he sido yo persona de que me dejen sin palabras, puedo definir prácticamente cualquier cosa (ojo, no significa que lo haga bien ni que lo que defina exista pero sí da...
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