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ASIGNATURA: HISTORIA MEDIEVAL DE ESPAÑA
COD. 444017







CURSO 2009-2010










CUESTIONARIO PRÁCTICO PRIMER CUATRIMESTRE




NOMBRE DEL/A ALUMNO/A: JOSE RAMÓN BLANCO OLALLA
DNI: 30578881J
DIRECCIÓN: Maspe nº 10, 1º izq, iurreta-bizkaia
TELÉFONO: 94 466 80 17
CENTRO ASOCIADO: Bergara
e-mail: jrblanco@euskalnet.net






1.-Los emires de la dinastía omeya de al-Andalus

El emirato de Córdoba se inicia en el año 756, cuando Abd al-Rahman recibió la “baya”, el acto de acatamiento, por parte de los clanes árabes y bereberes que desde el año 711 ocupaban la Península Ibérica. Nieto del décimo califa omeya de Damasco. Fue el único superviviente de la matanza que sufrió esta familia en el año 750 llevada a cabo por losabbasíes, quienes se convirtieron en la nueva dinastía gobernante del califato.
Logró escapar a esa matanza y gracias a la ayuda de los beréberes del norte de África, a una de cuyas tribus pertenecía su madre, consiguió arribar en el año 755 a Almuñecar, y formó un ejército que derrotó en las afueras de Córdoba a las tropas del walí subordinado a los abbasíes. Se independizó políticamente de loscalifas orientales, creando el Emirato Independiente de Córdoba, del que fue primer emir desde el 756 al 788.Con ello fundó la dinastía omeya de Córdoba que casi dos siglos más tarde proclamaría el Califato de Córdoba.
La victoria de Abd al-Rahman se produjo porque puso fin a las diferencias entre los árabes, cuestión ésta que estuvo presente durante todo su reinado. Para ello, el emir reorganizóel ejército, y repartió sus mandos entre personas de probada fidelidad muy cercanas a los omeyas, además de incorporar mercenarios a la tropa. Con estos mercenarios además mejoró la recaudación fiscal (durante el período provincial lo normal era que los soldados se apoderasen a título personal todo lo que podían pillar).
Estos extranjeros formaron la guardia personal del emir y los destacamentosmilitares de la capital, y en ellos encontrarán los omeyas desde el inicio del emirato una base social de apoyo al régimen y un medio de equilibrar la excesiva presión que en cualquier momento podía provocar la diversidad tribal de los árabes de al-Andalus o la que podían ejercer mozárabes y muladíes.
Así solucionó Abd al-Rahman I los problemas internos, como sofocar algunas revueltas dirigidaspor yemeníes y qaysíes, o posteriormente la realizada por los bereberes influidos por el jarichismo, o sofocar el levantamiento de algunas comarcas alejadas de Córdoba. Incluso tuvo que hacer frente a alguna conspiración de sus propios familiares. Abd al-Rahman I y el resto de emires pudieron desarrollar todas las funciones políticas asignadas al califa, desarrollando desde el inicio del emiratouna autonomía (política aunque no religiosa) frente al califato abasí, el cual intentó devolver al primer emir a su obediencia aunque sin resultado positivo.
La dura represión llevada a cabo por el primer emir dio sus frutos durante el reinado de su sucesor, Hisham I (788-796). Al no ver peligrar su autoridad en ningún momento pudo dedicar sus esfuerzos a organizar el reino y a combatir a loscristianos del norte. Reformó la anárquica administración de justicia, unificando los criterios jurídicos desde la doctrina malequí, que dejaba escaso margen de interpretación a los textos sagrados. Con ello puso fin a las disputas entre creyentes dando más valor a los alfaquíes, quienes sabrán aprovechar hábilmente su nueva posición cuando surjan dificultades entre los soberanos y sus súbditos.Evidentemente, un poder legítimamente establecido y un cuerpo represivo más profesionalizado daban mayor solidez al régimen, pero por otra parte creaban nuevos vínculos con los grupos que lo sustentaban ideológicamente (los alfaquíes) y con los que lo defendían militarmente (los mercenarios). Para cumplir los compromisos derivados de los nuevos vínculos y apoyos, se imponía un aumento y una...