Pedro Y El Capitán

Capitulo I
CAPITAN: No tengas miedo. Es sólo para mostrarte dónde está la silla.
CAPITAN: Te golpearon un poco, parece. Y no hablaste, claro.
CAPITAN: Mira Pedro…, ¿ o prefieres que te llame Rómulo como te conocen en la clandestinidad?
Yo entiendo tu situación. Llevabas una vida relativamente muy normal. Una mujercita linda y joven. Un hijo sanito. Tus viejos, un buen empleo en el banco. Lacasita que levantaste con tu esfuerzo.
CAPITAN: Ósea que tenias una vida sencilla, pero plena. Y de pronto, unos tipos golpearon en tu puerta a la madrugada y te arrancaron de esa plenitud, y encima te dan tremenda paliza. ¿Cómo no voy a ponerme en tu situación? Seria inhumano si no la entendiera.
CAPITAN: Te aclaro que aquí mismo hay otros que son inhumanos. Todavía no los has conocido perotal vez los conozcas. Para ser verdugo hay que nacer verdugo. Y yo nací otra cosa. Pero alguien tiene que hacer.
CAPITAN: yo prefiero las faenas limpias. Como esta de ahora: sentarme aquí a charlar contigo, y no recurrir al golpe.
(Calla un momento. Mira a Pedro, que sigue inmóvil y callado)
CAPITAN: Si estas cansado puedes cruzar la pierna
(Pedro no se mueve)
CAPITAN: parece que optaste porla resistencia pasiva. Hoy en día no resulta, no resuelve nada. Es como te diré, anacrónica.
CAPITAN: Vamos a ver ¿por qué ese mutismo? ¿Será un silencio despreciativo? Supongamos que sí. Aquí en esta guerra, todos nos despreciamos un poco. Ustedes a nosotros y nosotros a ustedes. Por algo somos enemigos. Pero también nos parecíamos otro poco.
CAPITAN: Nosotros no podemos dejar de apreciar enustedes la pasión con que se entregan a una causa, como lo arriesgan todo por ella. Desde el confort hasta la familia, desde el rebajo hasta la vida. No entendemos mucho el sentido de ese sacrificio, pero te aseguro que lo apreciamos.

CAPITAN: A ti no te tengo que explicar las reglas de juego. Las sabes muy bien.
CAPITAN: ¿O no sabes que entre nosotros hay interrogadores “malos” casibestiales, y están también los “buenos”?
CAPITAN: ¿Lo sabes verdad? Entonces te habrás dado cuenta de que yo soy el bueno, así que de algún modo me tienes que aprovechar, soy el único que te puede conseguir alivio en las palizas, brevedad en los plantones, suspensión de picana, mejora en las comidas y uno que otro cigarrillo.
CAPITAN: ¿Estamos? Entonces no creo que sea lo más adecuado que te encierres enese mutismo absurdo… Hablando se entiende la gente.
CAPITAN: Pero quiero que sepas que no estoy dispuesto a representar el papel de estúpido, dándote y dándote mi perorata y tu ahí, callado como un tronco.
CAPITAN: Te diré que no tienes ninguna necesidad de hablar de Tomás ni de Casandra ni de Alfonso. La historia de esos tres la tenemos completita.
CAPITAN: En cambio, sabemos relativamentepoco de Gabriel, de Rosario, de Magdalena y de Fermín. En algunos de estos casos, ni siquiera sabemos el nombre real o el domicilio.
CAPITAN: esta es la situación. Y como de alguna manera me caes simpático, te la digo bien claramente para que sepas a qué atenerte.
CAPTAN: En esta unidad hay gente que por principio y sin necesidad de saber nada de ti, no tiene simpatía y es capaz de llevartehasta el último limite, y no solo a ti a veces traer a la esposa del acusado, y como te diré, “perforarla” en su presencia, y hasta hay quienes son partidarios de las técnicas brasileñas de hacer sufrir a los niños delante de los padres.
CAPITAN: un día te encontraras con un preguntan, violara frente a ti a esa linda piba que es tu mujercita. Se llama Aurora, ¿no? ¿Cuánto tiempo llevan de casados?¿Es cierto que el último 22 de Octubre celebraste tus ocho años de matrimonio? ¿Le gustó a Aurora la espiguita de oro que le compraste en la calle de Sarandí? ¿Y qué me cuentas si llegan a traer a Andresito y empiezan a amasijarlo en tu presencia?
CAPITAN: YO PREFIERO LA PERSUACION.
CAPITAN: pero aquí hay un elemento que acaso tu ignoras.
Capitán: ¿Quieres que te lo explique? El plan tiene...