PEMA

4. Hacia una sociedad de todos: el reto de la diversidad social y de las formas de discriminación.

Todos los hombres son esencialmente iguales por tener elmismo origen, dignidad y destino, esenia de la que procede la unidad de género humano según afirma Lorenzo Servitje. Y todos los hombres son existencialmentedesiguales por las innumerables diferencias que los particularizan como individuos y que surgen de muchos y muy variados factores accidentales, extrínsecos a laesencia del hombre. Es así que nuestra identidad como individuos nos hace ser desiguales a ellos. Lo importante aquí y sobre lo que debemos de trabajar es en laaceptación y respeto de nuevas formas de organización y plural, de una sociedad heterogénea en términos de religión, etnicidad o lenguaje a través de un consenso devalores esenciales.

Si bien, el problema de la diversidad social no es nuevo, ya que es inherente a la diversidad del ser humano que vive en sociedad, se hahecho más evidente debido a los profundos cambios que ha sufrido la humanidad y principalmente al fenómeno de la globalización que acentúa la desigualdad por lafalta de oportunidades para sustraer a la pobreza, a las adicciones, al crimen organizado y a la opresión que deriva de la discriminación, solo que ahora elproblema se magnifica.

De ahí surge la necesidad de proteger los derechos humanos de los grupos vulnerables y de eliminar cualquier tipo de discriminación. Segúnla Declaración Universal de los Derechos Humano, la discriminación acentúa de manera arbitraria determinadas diferencias entre personas y grupos.