Pena de muerte

Ensayo sobre la Pena de Muerte
Punta Arenas, 02 de Abril de 2009

Ciertamente resulta ineludible aceptar la realidad controversial que genera la discusión sobre el tema de la Pena de Muerte en nuestro país, y es que hablar libremente y sin reflexiones personales previas sobre el mismo, no conlleva más que a una perspectiva superficial y carente de fundamentos jurídicos.

Es así, que trasprofundizar sinceramente sobre la Pena Capital, a través de diversas fuentes he podido, por primera vez, crear una opinión personal firme y estrictamente representativa de mí pensar.

Decir que la Pena de Muerte genera discusión en todos los niveles políticos y sociales no es un equívoco. Es intrínseco al ser humano generar un cuestionamiento lógico de todo aquello que, bajo su perspectiva, vulnera dealguna forma cuestiones que le son valoradas, es por esto que el intento de diversos sectores por lograr la completa abolición de la Pena Capital en nuestra legislación, no genera para mi motivación alguna para efectuar críticas ni cuestionamientos al respecto, siempre que estos intentos provengan de un real y auténtico sentimiento ético.

No obstante a poseer un sincero respecto hacia quienesadoptan una postura abolicionista de la Pena de Muerte, debo confesar no compartirla, dado que ésta resulta ser una herramienta de disuasión tremenda hacia quienes, libre y premeditadamente, cometen un delito que por sus características de perversidad, genera un profundo impacto social.

Es mediante este ensayo que pretendo postular una serie de principios que ineludiblemente confrontaran losfundamentos abolicionistas de la Pena Capital.

Resulta común escuchar como fundamento contra el ejercicio de la Pena de Muerte, el hecho de que ésta atenta directamente contra la garantía Constitucional del Derecho a la vida, consagrado en el Capítulo III, artículo 19, número 1º, de la Constitución Política de la República de Chile, lo cual sin duda alguna es una equivocación. Ciertamente el derecho a lavida es una garantía Constitucional, situación que no es digna de discusión, el punto en cuestión, es la facultad real e inapelable que es Estado posee para vulnerar ciertas garantías y derechos para la aplicación de una pena. Es de esta manera, que resulta menester considerar que las penas privativas de libertad, son una clara transgresión a las libertades personales, también consagradas ennuestra Constitución, pero que estas no son discutidas por sector alguno, dado que la necesidad de una sanción ante la infracción a una norma jurídica es reconocida de manera universal y es ésta necesidad de aplicación de una sanción lo que faculta al Estado para vulnerar ciertos derechos.

Respecto a la vulneración de estos derechos, a través de una sanción Penal, no existe reproche alguno siempreque la pena sea estrictamente proporcional al daño cometido. Es así, que la proporcionalidad de la pena entra a jugar un rol fundamental en la aplicación de la Pena Capital.

Decir o suponer que un ser humano se contentaría con el sufrimiento de otro es una aberración hacia la naturaleza del género. No obstante a esto, tanto la privación de libertades personales como la Pena de Muerte son elementosque ciertamente causan sufrimiento, pero esto no debe representar impedimento para la aplicación del Derecho.

Otro punto usualmente argumentado por quienes se oponen a la aplicación de ésta Pena, es la irreversibilidad de la misma, punto que ciertamente genera preocupación en todos los sectores, y es que la posibilidad de ejecutar a un hombre inocente resulta, por si misma, razón suficiente parala inaplicabilidad de la Pena Capital. Afortunadamente, la legislación vigente en nuestro país, se ha preocupado sistemáticamente de eliminar cualquier tipo de posibilidad de error sobre éste tema.

Para que la Pena máxima contemplada en nuestra legislación sea aplicada, primeramente debe ser de acuerdo a lo sancionado por una Ley aprobada por quórum calificado. Seguidamente la sentencia debe...