Pequeña Isla.
Adán del universo:
donde pones tu planta
la tierra se conmueve
de ocultos paraísos.
(Te anuncia una legión
de brazos incendiados.)
Eva soy, inmemorial y eterna,
ligada a ti porel suspiro
de antigua soledad, y desterrada
por el frutal capricho.
En el exilio estoy.
El alba de mis besos
palidece en la niebla.
Hacia tu encuentro he caminado siglos,
desolada y agónicafrente a sordas esfinges;
siglos preñados de preguntas,
de llanto y de silencio.
Pero de pronto,
surges en el desierto
vertiendo manantiales
para mi sed inmensa.
Los espejos solares detus ojos
me copian. Voy desnuda
de sombras y de angustia,
y me dices palabras que alimentan
mustios cañaverales.
Otra vez vegetal, me fecunda tu savia:
los huesos me florecen, la piel se melicua
en amorosos jugos,
y el corazón agita.
su bandera incendiaria
sobre el huerto del mundo.
Ahora, ya dueña del enigma,
puedo decir el canto
del Primer Paraíso:
Surco de amor,
en ti todogermina.
Camino ya sin ti
y hacia tu búsqueda.
Mis brazos se quedaron
asidos a tu cuello.
Pequeña isla soy. Tú me descubres.
Tus abejas me invaden y, de pronto
—cera y miel— te me entregotibia, recién nacida.
Luego desapareces y despierto
de bruces en la onda olvidada del agua.
Es hora de morir sin ti, me oprimen
los círculos morados de la ausencia
y en el umbral del sueñodesfallezco,
inmensamente triste y solitaria.
Poco a poco la tierra se conmueve,
me transmite su sangre verde, cálida,
y amanezco en resinas verticales.
Es que voy a tu encuentro, resucito
caminandodescalza sobre el musgo,
el pecho descubierto,
otra vez cera y miel,
isla pequeña,
Eva antigua y eterna.
Tú sostienes la tierra y me sostienes
dichosa, en altos climas,
fuera de toda muerte,porque vivo
contigo ya sin tiempo y sin espacio;
porque te amo
desde la soledad del Paraíso
hasta el postrer exilio,
donde, llorada patria de amargura,
purificada de pasión, seremos
amantes sin...
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