Perú y diversidad
Carlos Iván Degregori
Diversidad cultural y globalización
Basta prender la radio, mirar la televisión o pararse frente a un kiosco de revistas y periódicos para percatarse de la multitud de conflictos religiosos, lingüísticos, raciales o nacionales que conmocionan amplias zonas del planeta. En otras palabras, conflictos en los cuales la cultura(lengua, religión, modos de vida) y la historia (tradiciones nacionales o étnicas) juegan un papel fundamental.
Estos conflictos suceden en países que nos suenan lejanos, como Afganistán, Rwanda o Somalia; pero también en otros ubicados en pleno corazón de Europa, como Rusia, la ex Yugoslavia e incluso España donde los extremistas vascos de la ETA continúan ensangrentando el país, o hasta hace muypoco tiempo en Irlanda del Norte, parte de la muy civilizada Gran Bretaña.
A raíz de que en buena parte del siglo XX el mundo se vio envuelto en sangrientos conflictos ideológicos que pusieron alguna vez al planeta al borde de la destrucción atómica, algunos estudiosos anunciaron que el s. XXI estaría marcado por una serie de conflictos culturales, a los que Huntington llama “el choque decivilizaciones”, y cuando dice civilizaciones, podemos entender que dice culturas.
Sin embargo, es posible que Huntington exagere, pues no todo es negativo. Basta también prender la radio, mirar la televisión o pararse frente a un kiosco de revistas y periódicos para ver, por ejemplo al presidente Fujimori frotándose las narices con un jefe maorí en Nueva Zelanda. Vimos esa imagen hacia mediados de1999, en una reunión de presidentes de los países de la cuenca del Pacífico, que se perfila como el principal escenario económico del s. XXI. Hasta hace algunas décadas, pocos sabían dónde quedaba Nueva Zelanda y casi nadie había oído hablar de los maoríes y menos aún sabía que se saludaban frotándose las narices.
Hay que considerar, además, que hasta hace algunas décadas se creía que paísdesarrollado era sinónimo de país occidental y cristiano; que, para desarrollarse, los pueblos tenían que olvidar sus tradiciones y volverse modernos. Tradición y modernidad se entendían como dos polos excluyentes; y el desarrollo como un proceso de modernización homogeneizadora. Conservadores, nacionalistas y revolucionarios compartían el mismo criterio, aunque para cada uno de ellos el final de lapelícula haya sido diferente. Para unos, todos compartiríamos al final el “modo de vida americano”. Para los nacionalistas y populistas, todos seríamos al final uniformemente mestizos e hispanohablantes. Para los revolucionarios, todos pasaríamos por un proceso de proletarización para llegar a alcanzar el ideal del hombre nuevo proletario.
Hoy por el contrario, se reconoce:
a. Que hay diversoscaminos a la modernidad y al desarrollo, que el proceso no es necesariamente único, lineal, ni conduce necesariamente a la uniformización.
b. Que no hay posición tajante y excluyente entre tradición y modernidad. Mas bien las tradiciones, o al menos algunas, pueden ser útiles para el desarrollo, pueden constituir un activo y no un pasivo en los esfuerzos por incorporarse ventajosamente al mundo global.A partir de estos dos primeros puntos, se reconoce también:
c. Que el desarrollo no se mide sólo por indicadores macroeconómicos como el producto bruto interno (PBI) o el ingreso per cápita, sino que implica también factores de calidad de vida, social y cultural. Comienza a reconocerse, por tanto, el papel de las diferentes culturas en el desarrollo. Más aún, la necesidad de imaginar undesarrollo que posibilite el florecimiento de la diversidad cultural, como afirma el reciente informe de la UNESCO titulado Nuestra diversidad creativa.
Estos cambios tienen que ver con el nuevo fenómeno de la globalización o mundialización. En sentido estricto, podríamos decir que la globalización se remonta a tiempos muy antiguos, desde que Colón llega a América y Magallanes da la vuelta al mundo o...
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