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Capitulo 1
Que Venga el Reino del Espíritu Santo

Las meditaciones del P. Kentenich comienzan con una petición y la formulación de un gran anhelo: ¡Que venga el Reino del Espíritu Santo, el reino de la paz! Este reino llegará sólo si ocurre el milagro de Pentecostés en el corazón de cada hombre. El Espíritu Santo llevará a término una nueva creación.
El reino es paz perfecta
El reino deDios es un reino de paz. Así lo dice la Sagrada Escritura. El reino de la paz es fruto de los dones del Espíritu Santo y del don de la sabiduría. Es a la vez, fuente de la gracia de la contemplación infusa, es decir, la consideración y meditación de los misterios divinos que Dios nos regala. Queremos que venga el reino del Espíritu Santo a fin de que despunte el reino de la paz.
Milagro dePentecostés y liberación interior
Hoy el hombre clama desde lo hondo por liberación y redención interior, y no logra alcanzar el objeto de sus anhelos. Queremos y deseamos las cosas del cielo, pero somos conscientes de que, a pesar de ello, continuamos siendo personas atadas a los instintos y apegados a lo terreno. Pero se nos ofrece una alternativa distinta para llegar a la meta: Que el milagro dePentecostés inaugure y lleve a cabo en nuestra alma el milagro de la santidad. No somos nosotros quienes realizamos el milagro, sino que esperamos el milagro de Pentecostés. Este milagro depende del grado de nuestro anhelo y del grado de nuestra confianza.
Nuestro Santuario de el Cenáculo
En el Santuario estamos siempre junto a la Santísima Virgen, reunidos en oración. Nosotros buscamos la compañíade la Santísima Virgen, porque ella unirá hoy sus manos en oración y rezará con nosotros y por nosotros. Sintámonos congregados en torno a la imagen de la Santísima Virgen, unidos, ligados, vinculados a ella, siendo un solo corazón y una sola alma. Confiemos en que ella nos enviará el Espíritu de Dios a nosotros y a todos los que se vayan acercando a este lugar.
El Espíritu Santo y su accióntransformadora
El Espíritu Santo fue quien ordenó el universo. Donde hay orden, allí esta el Espíritu Santo. La armonía que se observa en la naturaleza, en la figura humana, es fruto de la labor del Espíritu Santo. Su actividad creadora estuvo ya presente en los inicios del mundo. Más tarde obró en los profetas. Por último, en nuestro tiempo desarrolla una nueva actividad. El Espíritu Santo estátransformando hoy el interior del ser humano como nunca antes lo había hecho. Cuando sopla el Espíritu Santo fluyen manantiales de agua viva en el alma de cada hombre.
El milagro de la santidad es el paso del desierto al oasis
EL oasis es la meta de la búsqueda y de los anhelos. En el Antiguo Testamento, se representa, a un árbol plantado junto al arroyo, como el hombre que pertenece a Dios; encambio, los árboles que crecen fuera del oasis, son como los hombres que no quieren saber nada de Dios. Pero quien recibe el Espíritu Santo, no solo se lo comparará con un árbol junto al arroyo, sino que tendrá manantiales dentro de sí, en su interior fluirá un manantial de agua viva. Jesús nos dice que cuando venga el Espíritu Santo brotarán fuentes de agua viva y seremos transformados, c como unanueva creación. Este anhelo lo debemos intensificar en nosotros.




















El Don del Temor de Dios
Según el Padre Kentenich aparece como una doble faz : por un lado , capacidad de rechazar natural pero drásticamente el pecado que ofende a Dios, y por el otro, como la expresión del respeto profundo y del amor cálido a Dios.
Es importante detenerse un poco aestudiar cómo la teología nos presenta la actividad del Espíritu en nosotros.
El Don del temor de Dios hace que el hombre tema ofender a Dios y no lamente otra cosa que no sea el pecado. El hombre teme y lamenta a causa de Dios y no a causa de él mismo.
El hombre experimenta dos fuertes sensaciones: -> repugnancia por el pecado
-> deseo de luchar por evitar y vencer todo pecado
Cuando estamos...