Poemas del barroco
La Sentencia del Justo
Firma Pilatos la que juzga ajena
Sentencia, y es la suya. �Oh caso fuerte!
�Qui�n creer� que firmando ajena muerte
el mismo juez en ella se condena?
La ambici�n de s� tanto le enajena
Que con el vil temor ciego no advierte
Que carga sobre s� la infausta suerte,
Quien al Justo sentencia a injusta pena.
Jueces delmundo, detened la mano,
A�n no firm�is, mirad si son violencias
Las que os pueden mover de odio inhumano;
Examinad primero las conciencias,
Mirad no haga el Juez recto y soberano
Que en la ajena firm�is vuestras sentencias
Sentimientos de Ausente
Amado due�o m�o,
Escucha un rato mis cansadas quejas,
Pues del viento las f�o,
Que breve las conduzca a tus orejas,
Si no sedesvanece el triste acento
Como mis esperanzas en el viento.
�yeme con los ojos,
Ya que est�n tan distantes los o�dos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
�yeme sordo, pues me quejo muda.
Si del campo te agradas,
Goza de sus frescuras venturosas
Sin que aquestas cansadas
L�grimas te detengan enfadosas;
Que en �lver�s, si atento te entretienes
Ejemplo de mis males y mis bienes.
Si al arroyo parlero
Ves, gal�n de las flores en el prado,
Que amante y lisonjero
A cuantas mira intima su cuidado,
En su corriente mi dolor te avisa
Que a costa de mi llanto tiene risa.
Si ves que triste llora
Su esperanza marchita, en ramo verde,
T�rtola gemidora,
En �l y en ella mi dolor te acuerde,
Que imitan converdor y con lamento,
�l mi esperanza y ella mi tormento.
Si la flor delicada,
Si la pe�a, que altiva no consiente
Del tiempo ser hollada,
Ambas me imitan, aunque variamente,
Ya con fragilidad, ya con dureza,
Mi dicha aqu�lla y �sta mi firmeza.
Si ves el ciervo herido
Que baja por el monte, acelerado
Buscando dolorido
Alivio del mal en un arroyo helado,
Y sediento alcristal se precipita,
No en el alivio en el dolor me imita,
Si la liebre encogida
Huye medrosa de los galgos fieros,
Y por salvar la vida
No deja estampa de los pies ligeros,
Tal mi esperanza en dudas y recelos
Se ve acosa de villanos celos.
Si ves el cielo claro,
Tal es la sencillez del alma m�a;
Y si, de luz avaro,
De tinieblas emboza el claro d�a,
es con su oscuridad y suinclemencia,
imagen de mi vida en esta ausencia.
As� que, Fabio amado
Saber puede mis males sin costarte
La noticia cuidado,
Pues puedes de los campos informarte;
Y pues yo a todo mi dolor ajusto,
Saber mi pena sin dejar tu gusto.
Mas �cu�ndo �ay gloria m�a!
Merecer� gozar tu luz serena?
�cu�ndo llegar� el d�a
que pongas dulce fin a tanta pena?
�cu�ndo ver�tus ojos, dulce encanto,
y de los m�os quitar�s el llanto?
�Cu�ndo tu voz sonora
herir� mis o�dos delicada,
y el alma que te adora,
de inundaci�n de gozos anegada,
a recibirte con amante prisa
saldr� a los ojos desatada en risa?
�Cu�ndo tu luz hermosa
revestir� de gloria mis sentidos?
�y cu�ndo yo dichosa,
mis suspiros dar� por bien perdidos,
teniendo enpoco el precio de mi llanto?
Que tanto ha de penar quien goza tanto.
�Cu�ndo de tu apacible
rostro alegre ver� el semblante afable,
y aquel bien indecible
a toda humana pluma inexplicable?
Que mal se ce�ir� a lo definido
Lo que no cabe en todo lo sentido.
Ven, pues, mi prenda amada,
Que ya fallece mi cansada vida
De esta ausencia pesada;
Ven, pues, que mientras tarda tuvenida,
Aunque me cueste su verdor enojos,
Regar� mi esperanza con mis ojos.
Amor Importuno
Dos dudas en que escoger
Tengo, y no se a cual prefiera,
Pues vos sent�s que no quiera
Y yo sintiera querer.
Con que si a cualquiera lado
Quiero inclinarme, es forzoso
Quedando el uno gustoso
Que otro quede disgustado.
Si daros gusto me ordena
La obligaci�n, es injusto
Que por...
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