Politicas de seguridad

En un momento de la historia de la humanidad, la economía del tiempo, la vigilancia y el castigo fueron resignificados. El castigo fue entonces asumido como la privación de la libertad, que medida en tiempo, equivaldría a fuerza de trabajo con valores de mercancía y de cambio para resarcir el daño que el delincuente le ha causado a la sociedad. Así resume Foulcault (1975:143) lo esencial de lacárcel moderna y analiza todos los conflictos que entonces se desprenden; si es la conversión el elemento principal de la corrección, si vuelve loco el encierro y aislamiento, dónde está el mejor costo y de qué forma garantizar la mejor vigilancia.

Si bien las cárceles simbolizan el castigo, la sanción que la ley impone a los condenados es estar privados de libertad, no vivir en condicionesindignas donde se violen sus derechos fundamentales. Dichas condiciones funcionan como disparadores de resentimiento y permiten que tanto condenados por delitos menores como criminales experimentados convivan en un ambiente no apto para la reinserción social, permitiendo que las cárceles se conviertan en centros donde se perfeccionan las técnicas delictivas.
El Estado debe ser garante de los derechosde todos los ciudadanos, por lo tanto tiene la obligación de velar por la seguridad de los presos. Según Abramovich (2003:7) tan grave como que esta situación subsista, es la forma en que conviven con esta realidad, sin reaccionar, una parte considerable de funcionarios políticos, administrativos y judiciales que son responsables del problema. Podemos decir entonces, que nos hemos acostumbrado aver la realidad de la sobrepoblación carcelaria y la violencia institucional como algo que no se puede modificar, con la gravedad que esto implica para el ejercicio de la democracia.
Se pretende en este trabajo comprender el problema de la superpoblación y la violencia que se genera en las cárceles argentinas, considerando que dicha situación es una violación por parte del Estado a los derechosque tienen por ley las personas que se encuentran privadas de su libertad. Asimismo se plantearan posibles líneas de acción para encontrar soluciones al conflicto.

La sobrepoblación y la violencia son fenómenos que se evidencian en la mayoría de las cárceles de todo el mundo, pero es en América Latina donde los niveles son especialmente altos, de acuerdo con datos del CELS (2006). En nuestro paísencontramos este problema a nivel nacional y provincial. Al hacinamiento en las cárceles nacionales debemos agregar el problema de la gran cantidad los detenidos en comisarías, que también se encuentran colapsadas, ya que, como dice Borrino (2003:147) "... el problema sobrepoblacional impide, a la vez, el ejercicio de todos los demás derechos".
Según el artículo de Bordon para el diario LaNación, la superpoblación carcelaria y las condiciones inhumanas de trato a los internos son en si mismas factores de riesgo, ya que generan reclamos por mejores condiciones de vida que normalmente terminan en motines, incendios y muertes.
En la provincia de Santa Fe las condiciones de hacinamiento han generado propuestas alternativas como la presentada por el Director del Servicio Penitenciarioprovincial. Casos extremos como el expuesto sobre la comisaria de Villa Gobernador Galvez nos remiten al fenómeno de la privatización de prisiones que surgió hace aproximadamente 25 años como respuesta al problema de la superpoblación de las cárceles y a los motines. Actualmente hay muchos países latinoamericanos que han aplicado esta modalidad, aduciendo que es una alternativa válida al gasto querepresenta la administración penitenciaria del Estado. Normalmente estas propuestas han sido rechazadas; por ejemplo en nuestro país, solo hubo un intento de legislar en este tema en la provincia de Mendoza. Para algunos teóricos como Nathan (2008) "...la aplicación de esta metodología provoca controversia ya que grandes compañías lucran a partir de la población privada de libertad".
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