popia
El más alto creador lírico del Romanticismo español fue el gran poeta
sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), que renunció a sus
verdaderos apellidos DomínguezBastida, para adoptar el de su vieja
estirpe flamenca, como descendiente por línea paterna de unos Bécquer
establecidos en Sevilla en el siglo XVII. Huérfano de padre desde muy
niño, a los diez añosingresó en el colegio de Náutica de San Telmo,
sufriendo al poco tiempo la pérdida de su madre, que le dejó sin
amparo con otros seis hermanos varones. Recogido primero por un tío
suyo y luegopor su madrina, que tomó a su cargo su educación, el
joven Bécquer no tardó en abandonar sus estudios y a los dieciocho
años se trasladó a Madrid, donde tuvo que trabajar duramente para
vivir,experimentando las amarguras y privaciones de la pobreza. Tras
conseguir un modesto empleo de escribiente en una oficina pública,
que no supo conservar, convertido en funcionario cesante, tuvo que ganarse la vida escribiendo en los principales periódicos y revistas
madrileñas de la época, especialmente en El Museo Universal (1857),
El Contemporáneo (1860), La Gaceta Literaria (1862), LaIlustración
de Madrid (1870).
En compañía de su hermano, el excelente pintor e ilustrador Valeriano
Bécquer, emprendió una serie de viajes artísticos por las viejas
ciudades castellanas,especialmente Soria, Ávila y Toledo, fruto de
los cuales fue su colaboración en la Historia de los Tiempos de
España, iniciada en 1857, donde redactó la parte correspondiente a la
iglesia de San Juande los reyes de Toledo. Aquejado de un ataque de
hemoptisis, primer síntoma de la enfermedad que había de llevarle al
sepulcro, se trasladó, en compañía de su hermano, al monasterio de
Veruelaal pie del Moncayo, donde escribió en 1864 algunas de sus
Leyendas y sus famosas Cartas desde mi celda. En su vida sentimental
apareció Julia Espín, hija de un profesor del conservatorio de ...
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