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UN NUEVO ORDEN INTERNACIONAL

CAPITULO I
Las civilizaciones han sufrido guerras que, según la constante histórica, parecen desatarse del carácter de las relaciones entre los pueblos y la inclinación del hombre. Según J.W. Burton “el origen de la guerra, junto con otros males, han sido comúnmente cargados a cuenta de la naturaleza del hombre”.
La guerra es un instrumento de política, por elloes posible que la guerra se produzca aun cuando la élite de una nación no esté particularmente sujeta a motivaciones y actitudes bélicas, y aun cuando exista un buen entendimiento entre las naciones interesadas, de hecho una élite puede decidir sobre una guerra aun cuando no exista ninguna provocación o amenaza sustancial, ya que la guerra desde este punto de vista es utilizada por una élite paralograr sus fines. La concepción de la guerra como un instrumento de política descansa, al parecer sobre el supuesto de que las decisiones tomadas por la élite son fundamentalmente “racionales”. La élite elegiría la paz si se pudiese demostrar que propiciaría la maximización de sus valores, pero esta es precisamente la mayor dificultad para impedir la guerra.
Además, respecto a la guerra en laevolución de la humanidad, no se pueden desconocer las variables que describen características de la sociedad en su conjunto, entre estos están los factores naturales, tales como la situación geográfica del país y los recursos básicos de que dispone, el punto de ciclo económico en que se encuentra y el nivel de vida general de la población.
Existe un deber de solidaridad entre estados surgidode los derechos fundamentales, la promoción del bien común nacional y la cooperación al bien común mundial, sobre estas bases se construyen el orden jurídico interno y se debe concurrir a la dirección del orden jurídico internacional. La necesidad de no hacer la guerra no se apoya en la no conveniencia social, política o económica del estado beligerante, sino que tiene su fundamento en el derechonatural como expresión de la identidad de la naturaleza humana y causa de toda actividad moral y jurídica en cada época de la historia.
Para no hacer la guerra es necesario dirigir las proyecciones internacionales de la política interna de los Estados, la seguridad colectiva y los organismos internacionales creados para ejercer los poderes de coacción a un sistemas orgánico de exigencias de ordenmoral y jurídico que no escape a la estructura misma de los derechos fundamentales de independencia, soberanía, libertad e igualdad jurídica, evitar la guerra es eludir la imposición de políticas de un estado a otro.
En el plano internacional, el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos como consecuencia del principio de las nacionalidades ha permitido que no solo se vulneren derechosfundamentales como la soberanía, la independencia, libertad e igualdad jurídica sino que se ha atentado directamente contra la persona humana, por lo tanto se debe proscribir la guerra, no solo por las alteraciones sufridas a los estados, sino por la vulneración acaecida brutalmente en la persona humana.

CAPITULO II
El derecho natural, el cual defiende sistemáticamente la dignidad y la igualdaduniversal de la naturaleza humana, que no es más que la agrupación mundial, que incluye a todos los estados y a todos los hombres, debe cimentarse sobre la moral, entonces lo que puede autorizar a un estado a tomar las armas contra otro, lejos de ser un simple deseo originado en la política interna, debe ser la obligación de realizar un procedimiento en función del bien común. Todos los fundamentosde justicia de un estado deben ser analizados con miras a los intereses de la comunidad universal, ya que el problema de la paz y de la guerra exige planteamientos de responsabilidad, ante el derecho y la moral.
El derecho, por ser fundado en la justicia, no puede ser reducido a un simple beneficio, y la justicia es suprema ley del mismo derecho público y la conciencia universal, por ello el...