Porque la ética
LUIS FUENMAYOR TORO MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR DIRECTOR DE LA OFICINA DE PLANIFICACIÓN DEL SECTOR UNIVERSITARIO, OPSU.
EDUCERE, TRASVASE • ISSN: 1316-4910 •AÑO 8, Nº 25, ABRIL - MAYO - JUNIO, 2004 • 265-269
n nuestros tiempos, de mundialización y capitalismo salvaje, de invasiones y destrucción masiva de pueblos enteros, se habla de ética con unafrecuencia inusual en la historia de la humanidad. Este interés repentino por la materia, quizás, se deba al deterioro que las nuevas relaciones de producción y de dominación han producido en el interior de todas las sociedades y de los individuos, que han hecho reaccionar, incluso, a los intelectuales de los países hegemónicos, ante la posibilidad, hoy cierta, de una deshumanización planetariaque signifique un cambio radical de civilización distinto de lo conocido hasta ahora. Las nuevas e infinitas posibilidades abiertas por el desarrollo de las nuevas tecnologías, capaces ya de controlar la producción de seres vivos con determinadas características, sumadas a las inmensas posibilidades de controlar voluntades a través de las comunicaciones y la información que se transmita, dentro deuna distribución llamada unipolar del poder mundial, han abierto al capitalismo un extenso e inexplorado campo de acción,
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Trasvase
que presiona crudamente en forma, para algunos indebida, sobre las sociedades atrasadas e, incluso, sobre sus propias sociedades, lo que ha producido un despertar de conciencias y ha dado paso a reflexiones sobre el porvenir, de mantenerse las tendenciasactuales. Esto se ha traducido en la aparición de un campo de discusión sobre la moral y la ética que deberían regir a esta y a otras relaciones en el nivel planetario. Las exigencias de occidente con relación a la imposición mundial de su modo de vida, de su cultura, su ideología, sus valores y tradiciones, que día a día se instrumentan a través de las grandes corporaciones transnacionales, alteran losmodos de convivencia en tal extensión y profundidad, que hacen suponer la aparición de situaciones de violencia extrema que serían erradicadas mediante la devastadora fuerza militar hoy concentrada en una sola potencia, a menos que una nueva ética se imponga en las relaciones de explotación capitalista y también, aunque suene extraño, en las formas de dominación. De lo contrario, la extinción oel abandono definitivo a su “suerte” de buena parte de la población mundial, será el resultado de este nuevo período de contradicciones, máxime si entendemos que en los años
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venideros se puede producir una quiebra en los valores trascendentales de la humanidad en las sociedades desarrolladas, producto de las nuevas necesidades de producción, de la manipulación desinformativa y desituaciones objetivas como la lucha por el control del agua sobre la Tierra.
La respuesta de nuestros países
Dada la situación mundial actual, es imposible pensar que estamos en capacidad de imponer un reto ético distinto a lo anteriormente señalado o uno, mayor, incluso, en el que llamemos a la construcción de un hombre cada vez más humano, más racional, más comunicativo, más afectivo, másrespetuoso con la realidad (RodríguezArana Muñoz, 1999) sin el concurso, en esa lucha, del pensamiento avanzado del primer mundo. “Ser más, crecer, no significa rechazar o arrasar los valores que tenemos, sino que significa filtrarlos, purgarlos y reconocer nuestra insuficiente comprensión de lo que es en toda su extensión el ser humano, su dignidad y su libertad” nos dice Rodríguez-Arana Muñoz (1999) enun excelente trabajo sobre la ética y el hombre. Y como él, existen otros pensadores y estudiosos de la materia, con quienes debemos trabajar en la preservación y el rescate de lo humano sobre La Tierra. Pero la posibilidad de ese esfuerzo conjunto no se puede dar sin la participación activa de la universidad, cuna y principal expresión del pensamiento complejo en nuestro mundo. Es así, en el...
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