Preparatoria
Páginas: 11 (2594 palabras)
Publicado: 5 de agosto de 2013
Jorge Aguilar Mora: formas del ensayo sobre la novela de la Revolución
Roberto García Bonilla (*)
A Lorena Hernández Muñoz
La narrativa de la Revolución mexicana es un acontecimiento literario hispanoamericano tan importante como el Modernismo; adquiere su identidad en la testimonialidad de los acontecimientos políticos y las pugnas ideológicas yel punto de partida temporal es la agonía del Porfiriato (1877-1911) que coincide con la aparición de Francisco I. Madero a la escena política en 1908; más tarde funda el Partido Nacional Antirreeleccionista, cuyo lema fue “Sufragio efectivo, no reelección”. La Convención Nacional postuló a Madero y a Emilio Vázquez Gómez para la presidencia y la vicepresidencia. El fraude electoral permitió lareelección de Porfirio Díaz, a pesar de que había declarado al periodista James Creelman (1908): “Me retiraré al concluir este periodo constitucional y no aceptaré otro. Yo acogeré gustoso un partido oposición en México”. Madero había sido aprehendido en Monterrey durante su campaña proselitista y sin fundamentos fue acusado de sedición y ofensas a la autoridad. Fue encarcelado en San Luis Potosí.Al concluirse las elecciones Madero; se refugió en San Antonio, Texas, donde redactó el Plan de San Luis (5 de octubre) que, entre otros aspectos, establece nulas las elecciones de junio y julio de ese año; desconoce el gobierno de Díaz y a todas las autoridades emanadas del voto popular; Madero asumirá provisionalmente la presidencia del país; el día 20 de noviembre a partir de las seis de latarde, todos los ciudadanos del país tomarán las armas para enfrentar al gobierno de Díaz. Dos días antes el movimiento opositor fue descubierto en Puebla por el régimen porfirista. Madero recibe el apoyo de Abraham González, la adhesión de Pascual Orozco y Francisco Villa. Se había iniciado el movimiento revolucionario mexicano: entre la opresión de un gobierno incapaz de encarar las sucesivascrisis y una población agotada por la dictadura. No había pioneros ideológicos, han repetido los historiadores; la circunstancialidad de los programas –la ausencia de profundidad- propiciaron la espontaneidad y la confusión a la población que galopó entre el heroísmo épico y el fatalismo. Octavio Paz anotaría que “la Revolución mexicana es un hecho que irrumpe en nuestra historia como una verdaderarevelación de nuestro ser”.
La novela de la Revolución nos sitúa ante luchas, alianzas, traiciones, elevación y caída de los protagonistas de las diversas facciones. Surge “la Bola”, “la plebe”, el alma del pueblo y el protagonista que se dignifica en la anonimia; se traza y colorea un mural con un sinfín de claroscuros que jerarquizan la vida colectiva de una nación, desde lacotidianeidad y riqueza lingüística hasta la rigidez de sus gobernantes cuyos usos y costumbres conformaron mitologías sucedáneas e intercambiables. Los protagonistas de esta literatura están sombreados por el sino de la densidad anímica; arrastran dramas ontológicos que provienen de procesos aún ahora inasimilables y conflictuantes como la Conquista y el mestizaje.
La delimitación del fin dela novela de la Revolución es imprecisa. Se ha dicho que con Pedro Páramo (1955) concluye el ciclo; aunque también se ha dicho lo mismo de La muerte de Artemio Cruz (1962), e incluso de Los relámpagos de agosto (1964). Estas obras poseen estructuras particulares y miradas propias sobre el movimiento armado y sus protagonistas. La literatura en torno a la Revolución, en conjunto, ha proyectado unamemoria colectiva, que se trenza con caracteres idiosincrásicos, y se han reactualizado, no sin tipificaciones, concebidas en la fotografía y la industria del cine.
El silencio de la Revolución y Otros Ensayos (Ediciones Era, 2011) de Jorge Aguilar Mora (1943) reúne ocho textos, inicialmente publicados -como prólogos así como en revistas y antologías- entre 2000 (“El silencio de Nelly...
Roberto García Bonilla (*)
A Lorena Hernández Muñoz
La narrativa de la Revolución mexicana es un acontecimiento literario hispanoamericano tan importante como el Modernismo; adquiere su identidad en la testimonialidad de los acontecimientos políticos y las pugnas ideológicas yel punto de partida temporal es la agonía del Porfiriato (1877-1911) que coincide con la aparición de Francisco I. Madero a la escena política en 1908; más tarde funda el Partido Nacional Antirreeleccionista, cuyo lema fue “Sufragio efectivo, no reelección”. La Convención Nacional postuló a Madero y a Emilio Vázquez Gómez para la presidencia y la vicepresidencia. El fraude electoral permitió lareelección de Porfirio Díaz, a pesar de que había declarado al periodista James Creelman (1908): “Me retiraré al concluir este periodo constitucional y no aceptaré otro. Yo acogeré gustoso un partido oposición en México”. Madero había sido aprehendido en Monterrey durante su campaña proselitista y sin fundamentos fue acusado de sedición y ofensas a la autoridad. Fue encarcelado en San Luis Potosí.Al concluirse las elecciones Madero; se refugió en San Antonio, Texas, donde redactó el Plan de San Luis (5 de octubre) que, entre otros aspectos, establece nulas las elecciones de junio y julio de ese año; desconoce el gobierno de Díaz y a todas las autoridades emanadas del voto popular; Madero asumirá provisionalmente la presidencia del país; el día 20 de noviembre a partir de las seis de latarde, todos los ciudadanos del país tomarán las armas para enfrentar al gobierno de Díaz. Dos días antes el movimiento opositor fue descubierto en Puebla por el régimen porfirista. Madero recibe el apoyo de Abraham González, la adhesión de Pascual Orozco y Francisco Villa. Se había iniciado el movimiento revolucionario mexicano: entre la opresión de un gobierno incapaz de encarar las sucesivascrisis y una población agotada por la dictadura. No había pioneros ideológicos, han repetido los historiadores; la circunstancialidad de los programas –la ausencia de profundidad- propiciaron la espontaneidad y la confusión a la población que galopó entre el heroísmo épico y el fatalismo. Octavio Paz anotaría que “la Revolución mexicana es un hecho que irrumpe en nuestra historia como una verdaderarevelación de nuestro ser”.
La novela de la Revolución nos sitúa ante luchas, alianzas, traiciones, elevación y caída de los protagonistas de las diversas facciones. Surge “la Bola”, “la plebe”, el alma del pueblo y el protagonista que se dignifica en la anonimia; se traza y colorea un mural con un sinfín de claroscuros que jerarquizan la vida colectiva de una nación, desde lacotidianeidad y riqueza lingüística hasta la rigidez de sus gobernantes cuyos usos y costumbres conformaron mitologías sucedáneas e intercambiables. Los protagonistas de esta literatura están sombreados por el sino de la densidad anímica; arrastran dramas ontológicos que provienen de procesos aún ahora inasimilables y conflictuantes como la Conquista y el mestizaje.
La delimitación del fin dela novela de la Revolución es imprecisa. Se ha dicho que con Pedro Páramo (1955) concluye el ciclo; aunque también se ha dicho lo mismo de La muerte de Artemio Cruz (1962), e incluso de Los relámpagos de agosto (1964). Estas obras poseen estructuras particulares y miradas propias sobre el movimiento armado y sus protagonistas. La literatura en torno a la Revolución, en conjunto, ha proyectado unamemoria colectiva, que se trenza con caracteres idiosincrásicos, y se han reactualizado, no sin tipificaciones, concebidas en la fotografía y la industria del cine.
El silencio de la Revolución y Otros Ensayos (Ediciones Era, 2011) de Jorge Aguilar Mora (1943) reúne ocho textos, inicialmente publicados -como prólogos así como en revistas y antologías- entre 2000 (“El silencio de Nelly...
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