presidente de 1958-1999

Universidad Católica Andrés Bello
Centro de Investigación de la Comunicación
Red Venezolana de Comunicación y Cultura

Sala Virtual de Investigación Rómulo Betancourt

Autor: Rómulo Betancourt
Título: Otra vez de actualidad los problemas de la industria textil (III)
Publicación: Diario Ahora
Fecha: lunes 22 de agosto de 1938

En dos artículos sucesivos hemos abordado los problemasconfrontados I por la industria textil, que no
son sino manifestaciones agudizadas de una situación de vieja data.
De nuestro análisis, se deduce muy claramente cómo son complejos y varios los problemas
confrontados por esa industria. Problemas enraizados en circunstancias de carácter económico,
técnico y social. Problemas ligados entre sí, estrechamente, y los cuales no son susceptibles desolución por vía de cataplasmas superficiales.
La fórmula más simplista es la propugnadora de que el Estado preste dinero a los industriales en forma
indiscriminada, para cubrir con fondos públicos los déficits de sus empresas privadas. En tesis general,
somos opuestos al que el Estado se convierta en Mecenas de la industria privada. El erario público se
nutre con dineros de todos -y muyespecialmente, debido al régimen impositivo vigente en el país- con
dineros de los sectores peor dotados económicamente. En estas circunstancias, resulta
antidemocrático, de neto y acusado matiz oligárquico, que los dineros de la colectividad desagüen
constantemente, por la vía del préstamo o de la: bonificación, hacia las cajas fuertes de los sectores
nacionales de mayor potencialidad económica. Estatesis la hemos sostenido ayer, la sostenemos hoy
y la sostendremos mañana, sin asomo alguno de demagogia, situados en un ángulo de objetiva
apreciación de los hechos.
Es así como nos opusimos a los términos del contrato entre el Ejecutivo y la empresa textil de Caracas
y Valencia, por el cual el Estado prestaba a éstas la suma de Bs. 600.000. Dijimos que en ese contrato
el Estado daba todo-dinero en préstamo, liberalidades diversas en cuanto a la tasa de interés y la
forma de amortización, etc.- y no reclamaba nada. Y los hechos parece que nos han dado la razón.
Tenemos entendidos que en los medios oficiales hay descontento por la forma cómo se invirtieron por
los beneficiados los dineros del aludido préstamo. No fue, precisamente, para mejorar el instrumental
técnico, lamaquinaria de trabajo y el nivel de vida obrero que se aplicó la gruesa suma.
Habidos estos antecedentes, nos parece realmente absurdo el que sectores obreros -a quienes
compete, más resueltamente que a ningún otro sector, la defensa de los dineros públicos- propugnen
UCAB/CIC/RECOM/SVI/Rómulo Betancourt

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cómo solución a los problemas de la industria textil que el Estado seconvierta en proveedor periódico
de dinero para las empresas de esa índole.
Venezuela entera debería así sufragar indefinidamente los déficits trimestrales de una determinada
rama de la producción, explotada por intereses privados.
Al mismo tiempo, no puede propugnarse la empírica medida de cerrar drásticamente las aduanas de la
República a los productos de la industria textil extranjera. ¿Se handetenido a meditar quienes
sostienen esa tesis que Venezuela importa anualmente alrededor de Bs. 30.000.000 de tejidos
extranjeros, no obstante alcanzar los derechos aplicados a varias mercaderías el 200% del precio de
ellas, c. i. f. La Guaira? ¿Han pensado dos minutos, quienes se dejan llevar por una concepción infantil
de nacionalismo y por un criterio miope para defender los intereses delobrero textil, en que en la
actualidad está imposibilitada la industria de tejidos nacionales para satisfacer las necesidades del
mercado interno, sin una elevación monstruosa en el precio a que compran tres millones de
consumidores las telas y demás mercaderías con las cuales se visten y abrigan?
En Colombia, ante problemas muy semejantes a estos que confronta Venezuela, el Gobierno Alfonso...