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¿Puede una princesa liberar el universo?
¿Pueden estrellas girar en torno a un planeta?
¿Porque a un medallón le llaman esfera?
¿Es el reino de luz un planeta donde habitan seres humanos?
Descubre las respuestas en la fascinante saga “La princesa Gema y su esfera mística

Capítulo 1 (Primera parte)

La esperanza en las tinieblas

En una galaxia distante, a millones de años luz delplaneta Tierra, un punto brillante contrasta con el negro cosmos y su luz se esparce como un faro en la inmensidad del firmamento. Este planeta se conoce con el nombre de El Reino de Luz.
Sus habitantes le denominaron así porque, como un espejo gigante, refleja el esplendor de los tres soles que giran en torno a él. Estas estrellas son prismas flotantes que despliegan sus rayos a través de lainmensidad del espacio.
A pesar de que El Reino de Luz había resistido innumerables ataques durante cientos de años, parecía que los días de victoria estaban por terminar.
Este fantástico mundo se había convertido en el escenario cósmico de una batalla en la que los oponentes luchaban por el dominio de todo un imperio. El pacifico planeta se sumergía en el poder de la oscuridad. Criaturas maléficasque surgían en la noche se habían apoderado del reino y se desataban eventos tan asombrosos que amenazaban cambiar el equilibrio del universo.
A pesar de que las fuerzas invasoras doblegaban los últimos opositores del reino, aparecía un oponente que traía una alentadora esperanza que llenaba de expectación a los soldados abatidos de El Reino de Luz.
Pero lejos de ser un guerrero o un noblecaballero, como podría imaginarse, se trataba de una joven desesperada que corría en busca de refugio.
Durante tres días, las bestias del tirano Dargos la habían perseguido por todo el valle de Suntras hasta llegar al Pantano del Encanto. La última esperanza de El Reino de Luz estaba a punto de ser acorralada y, aunque su determinación era férrea, su cansancio traicionaba su voluntad.
La fatigaahogaba su respiración, y hasta podía sentir en su espalda el resuello de las bestias emitiendo un sonido tan agudo que sus oídos no podían escuchar otra cosa que aquel gemido penetrante.
Como hábiles cazadores seguían las pisadas de su presa, olisqueando cada huella, siguiendo cada rastro que les llevaría hasta donde se encontraba la princesa Gema. Como no podían comunicarse con palabras, rugíande furia para calmar sus ansias por atrapar a la forajida doncella, mientras ella luchaba por no ser capturada.
Las rodillas de la princesa Gema estaban tan débiles que se veía incapaz de dar el siguiente paso. Tampoco encontraba firmeza al caminar, el blando suelo le hacía trastabillar y sus pies se hundían en los charcos de lodo.
Los sentidos de la princesa Gema estaban tan confundidos que yano se fiaba de su percepción. Giraba hacia un lado y sentía como si una mirada le clavara una estaca en el dorso; volteaba hacia el otro, y un delirio de acecho la asediaba. ¿Era un espejismo lo que la perturbaba?, ¿o realmente había un ser despiadado y tenebroso oculto en las sombras esperando el momento preciso de atacarla?
El eco del viento resonaba entre las copas de los árboles, una ráfagade aire helado chocaba con fuerza las ramas secas que, tendidas sobre grandísimas rocas, ocultaban cuevas horadadas en la tierra donde vivían toda clase de extraños reptiles. Algunos de ellos salían espantados cuando sentían la presencia de un desconocido.
Sin embargo, las fieras más corpulentas, que vivían en grandes criptas, no se amedrentaban con la intrusa que les invadía; por el contrario,aguardaban pacientemente que la fortuna de la naturaleza las alimentara.
La noche era más negra que nunca. Ella miraba desconsolada el firmamento para que las estrellas guiaran su camino, pero solo veía una densa niebla y el grisáceo barniz de las nubes que amenazaban con derramar copos de nieve sobre el manto de oscuridad que arropaba el pantano.
Los únicos testigos de este episodio eran...