Princesa mecánica

Un escándalo terrible
"Casarse el lunes por la salud,
Martes por la riqueza,
Miércoles mejor de todo,
Jueves de cruces,
Viernes por pérdidas, y
Sábado ninguna suerte en absoluto. “–Rima folclórica

"Diciembre es el momento fortuito de un matrimonio", dijo la costurera, que habló en torno a su boca llena de alfileres con la facilidad de años de práctica. "Como se suele decir: Cuando lanieve cae rápido en Diciembre, el matrimonio, y verdadero amor va a durar”. Ella colocó un alfiler final en el vestido y dio un paso atrás. "Ya está. ¿Qué te parece? Es el modelo de uno de los diseños propios de Worth".
Tessa miró su reflejo en el espejo de cuerpo entero en su habitación. El vestido era de seda dorado profundo, como era la costumbre de los cazadores de sombras, que creían que elblanco es el color del luto, y no quería casarse en ese color, a pesar de que la Reina Victoria se haya establecido haciendo precisamente eso. Duchesse bordeo el corpiño con encaje y éste también caía por las mangas.
"Es una maravilla" Charlotte dio una palmada y se inclinó hacia delante. Sus ojos marrones brillaban con deleite. "Tessa, el color se ve tan bien en ti."
Tessa se volvió y giroen frente del espejo. El oro ponía un poco de color que ella necesitaba en sus mejillas. El corsé en forma de reloj de arena y se suponía que era curvado por todas partes, y el ángel mecánico alrededor de su garganta la consoló con su tic-tac. Debajo de éste colgaba el colgante de jade que Jem le había dado. Había alargado la cadena para poder usarlos ambos a la vez, no estaba dispuesta adesprenderse de ninguno. "No cree que tal vez el encaje es un adorno excesivo”
"De ninguna manera" Charlotte se echó hacia atrás, con una mano apoyada protectoramente e inconscientemente, sobre su vientre. Siempre había sido demasiado delgada, para necesitar un corsé, y ahora que ella iba a tener un hijo, ella estaba usando los vestidos de té de desgaste, y en ellos, ella parecía un pajarito. "Estu día de la boda, Tessa. Si alguna vez hay una excusa para el adorno excesivo, es esto. Sólo tienes que imaginar".
Tessa había pasado muchas noches haciendo precisamente eso. Todavía no estaba segura de que ella y Jem se casarían, porque el Consejo seguía deliberando su situación. Pero cuando ella se imaginaba la boda, siempre era en una iglesia, caminando por el pasillo, tal vez del brazo deHenry, sin mirar ni a la izquierda o a la derecha, pero de frente a su prometido, como una novia adecuada debería. Jem usaría un traje -no el de batalla, pero diseñado especialmente, a la manera de un uniforme militar, para la ocasión: negro con franjas de oro en las muñecas, y las runas de oro recogido a lo largo del cuello y tapeta (camisa).
Él se veía tan joven. Los dos eran muy jóvenes. Tessasabía que era inusual casarse a los diecisiete y dieciocho años, pero el reloj estaba corriendo.
El reloj de la vida de Jem, antes de que terminara.
Se llevó la mano a la garganta, y sintió la vibración familiar de su ángel mecánico, sus alas rascándose la palma. La costurera miró con ansiedad. Ella era mundana, no Nefilim, pero tenía la visión, como todos los que sirvieron a los Cazadores deSombras. "¿Le gusta el encaje eliminado, señorita?"
Antes de que Tessa pudiera contestar, se oyó un golpe en la puerta y una voz familiar. "Es Jem. Tessa, ¿estás ahí?"
Charlotte se sentó de golpe. "¡Oh! Él no tiene que ver con tu vestido"
Tessa estaba atónita. "No, ¿por qué no?"
"Es una costumbre de los cazadores de sombras, da mala suerte!" Charlotte se puso en pie. "¡Rápido! Esconderse detrásdel armario"
"¿Del armario? Pero-" Tessa se interrumpió cuando con un grito, Charlotte se apoderó de ella alrededor de la cintura y la llevó detrás del armario como un policía con un criminal particularmente resistente. Liberada, Tessa sacudió el polvo de su vestido e hizo una mueca a Charlotte, y ambas se asomaron por el lado de los muebles al igual que la costurera, después de una mirada...