Problemas retorcidos en el pensamiento de disen o
retorcidos
en
el
pensamiento
de
diseño1
Richard
Buchanan
Introducción
Pese
a
los
intentos
de
hallar
los
fundamentos
del
pensamiento
de
diseño
en
las
Bellas
Artes,
en
las
ciencias
naturales
o,
más
recientemente,
en
las
ciencias
sociales,
el
diseño
escapa
a toda
reducción
y
sigue
siendo
una
actividad
sorprendentemente
flexible.
No
hay
definición
del
diseño
ni
ramas
de
la
práctica
profesionalizada
(industrial
o
gráfica)
que
abarquen
de
modo
adecuado
la
diversidad
de
ideas
y
métodos
reunidos
bajo
este
término.
De
hecho,
la variedad
de
investigaciones
presentadas
bajo
la
forma
de
ponencias,
artículos
de
revistas
y
libros
sugiere
que
el
diseño
continúa
expandiendo
sus
significados
y
conexiones,
revelando
así
dimensiones
inesperadas
tanto
en
la
práctica
como
en
el
conocimiento.
Este
movimiento
sigue
la tendencia
del
pensamiento
de
diseño
en
el
siglo
XX,
ya
que
hemos
visto
que
el
diseño
ha
pasado
de
ser
una
actividad
comercial
a
una
profesión,
a
un
campo
para
la
investigación
técnica
y
a
lo
que
hoy
debería
ser
reconocido
como
un
nuevo
arte
liberal
de
la cultura
tecnológica.
Puede
parecer
inusual
hablar
del
Diseño
como
arte
liberal,
sobre
todo
cuando
muchos
están
acostumbrados
a
identificar
las
artes
liberales
con
las
“artes
y
ciencias”
tradicionales,
institucionalizadas
en
colegios
y
universidades.
Pero
las
artes
liberales
están experimentando
en
la
cultura
del
siglo
XX
una
revolucionaria
transformación,
y
el
diseño
es
una
de
las
áreas
en
las
que
dicho
cambio
se
hace
evidente.
Para
entender
la
transformación
que
está
en
proceso,
es
importante
admitir
que
las
hoy
llamadas
artes
liberales no
están
por
fuera
de
la
historia.
Las
artes
liberales
tuvieron
su
origen
en
el
Renacimiento
y
sufrieron
un
prolongado
proceso
de
desarrollo
que
culminó
en
el
siglo
XIX
con
una
educación
enciclopédica
en
beaux
arts,
belles
lettres,
historia,
diversas
ciencias
naturales
y matemática,
filosofía
y
las
nacientes
ciencias
sociales.
El
campo
del
conocimiento
fue
dividido
en
objetos
de
estudio
particulares,
cada
uno
con
un
método
o
conjunto
de
métodos
adecuados
para
su
exploración.
En
el
apogeo
de
las
artes
liberales,
los
objetos
de
estudio proporcionaron
una
comprensión
integrada
de
la
experiencia
humana
y
de
la
variedad
de
conocimiento
disponible.
Pero
hacia
fines
del
siglo
XIX,
los
objetos
entonces
existentes
fueron
explorados
con
métodos
progresivamente
más
refinados,
y
hubo
que
incorporar
nuevos
objetos
para que
concordaran
con
los
avances
en
el
conocimiento.
Como
resultado,
el
campo
del
conocimiento
fue
aún
más
dividido
y
subdividido,
hasta
no
quedar
más
que
un
conjunto
ordenado
de
especializaciones.
Hoy
en
día,
esos
objetos
de
estudio
conservan
el
eco
de
su
vieja...
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