PROBLEMATICA DE PUERTO BOLIVAR
En la ensenada de Zúñiga, a 20 kilómetros de Santa Marta, las olas vienen y van en su rutina infinita. Pero cuando regresan, la playa, totalmente desierta, queda salpicada de pequeños puntos negros. Si se miran con cuidado, se descubre que son rastros de carbón. Mientras tanto, el viento, que corre en dirección sur, chocacontra la costa, arrastrando en su ruta un cargamento invisible que se posa sobre las palmas de coco; un roce leve de la mano con el follaje, deja sobre la piel una mancha negra de polvillo de carbón.
En las playas vecinas no hay bañistas y las casas de recreo están abandonadas.
Adyacente a la ensenada, una suerte de gusano de metal interrumpe el paisaje costero; se trata de la banda transportadoradel puerto carbonífero de Productos de Colombia S.A. (Prodeco) que viene funcionando desde hace diez años en esa región.
El puerto y la pequeña bahía se han convertido en el centro de una polémica que involucra a toda la ciudad de Santa Marta pero que se extiende a todo el país, porque afecta las exportaciones de carbón.
La capital del Magdalena se encuentra en una encrucijada entre el carbón ysu inevitable estela negra, y el turismo; dos actividades económicas que difícilmente pueden convivir. Estela negra El terminal de Prodeco empezó a funcionar en 1982 y buscaba darle una salida marítima a los carbones que provenían de Lenguazaque y Guachetá (Cundinamarca). Era el único puerto de carácter privado que operaba en el Mar Caribe colombiano hasta cuando Carbocol construyó el suyo enPuerto Bolívar (Guajira).
Este muelle puede operar 365 días al año durante 24 horas diarias. En su primera etapa su capacidad de movilización fue de tres millones de toneladas al año, pero esta será aumentada próximamente a ocho millones, en vista de las necesidades del país. El ritmo de cargue actual es de 8 mil toneladas al día, de tal forma que un buque de 30 mil toneladas puede ser atendido encuatro días y uno de 65 mil en 10 días.
A pesar de que el puerto funciona desde hace ocho años, hasta el momento es difícil determinar si estos enormes volúmenes de carbón han causado daño sobre el medio marino.
Los pescadores de la comunidad de Don Jaca, en el centro de la ensenada de Zúñiga, se quejan de que la pesca ha disminuido en los últimos cinco años.
Pablo Castro, quien lleva más de veinteaños radicado en Don Jaca, asegura que hace un lustro la pequeña bahía tenía un tráfico de aproximadamente cincuenta barcos pesqueros que se disputaban los cardúmenes de sierras, lebranches, róbalos y bureles. Hoy la pesca solo alcanza para un almuerzo. El último lanzado (unidades de pescado capturadas en el lanzamiento de un chinchorro) de 130 unidades fue hace cuatro años concluye Castro.
Hoy, almirar hacia el horizonte solo se distinguen las enormes barcazas que transportan el carbón hasta los cargueros fondeados a una milla y media de la costa.
El capitán Francisco Ospina Navia, quien permanentemente recorre la Costa Atlántica colombiana con su barco, Neptuno, asegura que en el lecho marino de la ensenada se puede encontrar una capa de entre 15 y 20 centímetros de polvillo de carbón.Todos aseguran que la presencia de carbón es la razón por la cual la fauna marina abandonó la ensenada, pero, según afirma Carlos Blanco, gerente de Prodeco, la verdadera causa es la pesca con dinamita.
Un estudio sobre el efecto del carbón en las poblaciones marinas en Puerto Bolívar (Guajira) del Instituto de Investigaciones Marinas (Invemar), realizado durante dos años, determinó que la presenciadel carbón no había alterado la vegetación y la fauna del puerto.
El único estudio de impacto ambiental que existe sobre la ensenada de Zúñiga es uno que realizó Prodeco a solicitud del Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Medio Ambiente (Inderena). Sin embargo, la investigación fue rechazada porque uno de los técnicos que la realizó era un estudiante de biología marina...
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