Prolegómenos al Árbol de Carne
Creo cada vez más en la evolución y vigencia de la reflexión ensayística, el ensayo como
camino y expresión composicional hacia zonas del saber fractales y convergentes en las que
el conjunto de disciplinas y puntos de vistas de cada especialista abren nuevos horizontes y
articulan novedosos espacios de conocimiento mediante signos, que llevan a otrossignos.
Y es la filosofía con su antigua y renovada capacidad para el ejercicio de la razón y es el
ensayo “centauro” y también “pontífice” como se ha dicho de los géneros del discurso
científico, los que indican de manera pertinaz estas posibilidades de expresión, pues su
intrínseca ponderación reflexiva dentro de la formación funcional estilística, nos devuelve a
los necesarios orígenes defundación, pues como en la antigua Roma el ensayo tiende
puentes, de cultura, de diálogo de entendimiento, de gentil invitación a la escucha.
Sin embargo, escasa es la producción final no así el empeño en mi país sobre el
fundamento filosófico de los procesos de lectoescritura y de la relación pensamientolenguaje; abordar la relación del anterior binomio, el espacio holístico “donde” seproducen
los signos del sentido, está destinado el interés investigativo de este libro.
¡Cuán interesante y antiguo es el testimonio de esta zona de indagación humana, plasmada
por primera vez en la literatura occidental desde La Ilíada en la imagen homérica, cuando nos
invita a reflexionar sobre la mixtura entre el mecanismo de pensamiento-palabra del
polifacético Ulises y las tablillas de signososcuros de Belerofonte!
Existe una articulación pensamiento-palabra y no poseemos un “órgano” del lenguaje. Es que
el cerebro humano, privilegio del desarrollo filogenético y ontológico, en su neuroplasticidad
resulta el instrumento rector para coordinar la unión de varios sistemas y modelar cultura.
El lenguaje verbal deviene código-humano por excelencia, a través del cual se interpretan yauto-modelan las sensaciones, percepciones, representaciones, y los escalones propios del
pensamiento superior, materializados y articulados durante el proceso de enunciación, en un
acto cognitivo y semiótico mediante la junción y disjunción de componentes fonoarticulatorios, de las operaciones cognitivas, entre ellas las semánticas, constantemente
revisadas en el proceso detanteo-error-eficiencia.
Nos dota la herencia filogenética y ontogenética, en esta relación, no solo de inteligencia
operativa sino también proactiva para futuros desarrollos de alternativas, esto es decir, de
capacidad de abstracción y almacenamiento en memoria, con un constante enriquecimiento
específicamente refiriéndonos al código lingüístico del escalón léxico, para formular
conceptos, después juicios,valoraciones, en ajuste de palabras, actos de habla, enunciados,
textos… producidos y decodificados con intencionalidad propositiva en la emisión-recepción
de sentido.
Siguiendo la “metáfora lexicalizada” de ver el lenguaje como instrumento, quiero explicitar a
quienes escuchen mi estrategia hermenéutica de investigación acerca de la relación
pensamiento-lenguaje mediante una analogía:
Siquiero estudiar un instrumento musical en su mecanismo y selecciono el piano por ser
un instrumento “complejo” avizoro dos itinerarios:
1. Analizar el mecanismo del teclado, cuerdas, caja de resonancia y observar cómo la
percusión provoca un movimiento ondulatorio específico de la sonoridad del piano y así,
trazar el camino para compararlo con otros instrumentos, que posean proceso deproducción de sonidos semejante o diferente para llegar a su caracterización. Este camino
me acercaría a la “neurofisiología del piano”.
2. Escuchar la interpretación de la melodía emanada del piano, leer su partitura y a partir de
este texto, intentar entender y mostrar en un algoritmo cómo funciona la relación entre lo
emitido como signo y la necesaria operación para producirlo, mediante la...
Regístrate para leer el documento completo.