Prosas Profanas, Una Poética Reveladora

A partir de la lectura global del poemario Prosas Profanas (P.P) de Rubén Darío y atendiendo en particular a sus “Palabras liminares” y de la sección “Las ánforas de Epicuro” a “La fuente” y “Yo persigo un aforma”, se tratará de ver, como este poeta sin escribir un manifiesto o un “Ars poética” de manera explícita en donde exprese y desarrolle su concepción a cerca de la poesía, el arte deecribir y el perfil de poeta modernista, lo logra de manera inminente e implícita, así como de manera exquisita y aristocrática. Darío utiliza su genio, su don, partiendo de sus composiciones mismas y al leer sus poemas, se lee esa Poética a modo de manifiesto ya que en ellos se refleja claramente su ideología, su ideal y su concepción de poesía nueva. Así, por medio del análisis de los poemasnombrados y en intertextualidad con algunos otros que sólo iremos mencionando a modo de argumentos, iremos construyendo un camino que nos demuestre la labor intelectual sobre el juicio que Rubén Darío elaborará.
Consideramos, que son sus mismos textos poéticos, composiciones con doble esencia; por un lado la del poema mismo, a nivel particular y preciso, por otro, aparece la esencia de poeta, lo quese desea de esta figura como intelectual modernista.
Desde las “Palabras liminares”, podemos apreciar cómo Darío confecciona, además de una poética propia, su plan para eregir el perfil de poeta modernista a través de la escritura misma de sus poemas -en especial atendiendo a los dos mencionados más arriba- así como la concepción innovadora de poesía.
Existe una unidad enmarcada por una bellezarara y exquisita en cada forma de poema y por el uso, tanto renovado como provocador, del léxico dariano. El nicaragüense, despliega en cada texto, la preeminencia de la forma, la musicalidad, la autonomía y la originalidad, y una isotopía asimilada-adaptada, de quiénes fueran sus musas.[1] Así abre y cierra el poemario. Como ya lo demostraremos.
En las “Palabras liminares”(pl) asistimos a laexpresión de un poeta profesionalizado, cuya figura de intelectual letrado habla con la voz del sujeto lírico:
“...solicitaron lo que, en conciencia, no he creído fructuoso ni oportuno: un manifiesto.”
Ironía genial. Por supuesto no lo escribió, no al menos en el formato tradicional del tipo de estos textos. Pero si escondidamente en cada poesía. Con la forma de un sacerdocio exclusivo del arte,con la forma de una escritura singular, con visión al futuro, como ofrenda a jóvenes poetas, que si quieren la toman o la dejan.
“Porque proclamo, como proclamo, una estética acrática, la imposición de un modelo o de un código implicaría una contradicción.
Yo no tengo literatura “mía”-como lo ha manifestado una magistral autoridad-,para marcar el rumbo de los demás: mi literatura es mía en mí;quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro personal y, paje o esclavo, no podrá ocultar sello o librea.”
Y cierta ironía o contradicción en lo que sostiene, pues como vermos en “La fuente”, le habla al joven poeta, de alguna manera lo aconseja o al menos le sugiere.
En esta cita vemos el énfasis en la autonomía del arte, la individualidad y originalidad: ahí reside lo espectacular de lapoesía, contra la copia mediocre, contra el plagio. Con tono rebelde, apuesta -usando un léxico sutil- a la creación de las ideas, a lo autóctono, a lo heredado, a lo mitológico, a l ritmo, a la idea de ser un gran “procreador” de poemas, como el hombre, en la potencia de su sexo insaciable, puede crear hijos. Hijos que son huellas, legados eternos, genealogía que no se termina.[2]
Y con esto,vemos algunos de sus primeros postulados, dignos de todo un gran manifiesto o Poética. Originalidad, elegancia, recreación, autonomía, ímpetu, animación del verso gracias a su música interior. El poema mismo refleja sus preocupaciones estéticas, la actualización de la lengua, el afán de sacralizar la poesía, la idea, para Darío, está en la forma misma. “Las palabras liminares” actúa como...