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PLATÓN
PLATÓN
APOLOGÍA DE SÓCRATES
La Editorial Virtual
Edición electrónica - Buenos Aires - 2004
INDICE
PRIMERA PARTE
Introducción
Cualidades de orador
Estilo del alegato
Las Primeras acusaciones
Los acusadores anónimos
El origen de la mala fama
Referencia a los sofistas
La sabiduría de Sócrates essimplemente humana
El testimonio del dios de Delfos
La ignorancia de los políticos
La ignorancia de los poetas
La ignorancia de los artesanos
La verdad del oráculo
Los discípulos
El origen de las denuncias
El Interrogatorio a Meletos
La acusación de corrupción
¿Quién hace mejores a los hombres?
El dañohecho ¿fue voluntario o involuntario?
¿Existen los dioses?
La conducta de Sócrates
El honor
El temor a la muerte
Sócrates no reniega de su conducta
Sócrates se define como el "tábano"
La prueba de pobreza
La voz del "daimon"
El apartamiento de la política
El caso de las Arginusas
El caso de Leonde Salamina
La tarea educativa
Testimonio de los familiares
Sócrates se niega a emplear recursos sentimentales
SEGUNDA PARTE
Sócrates es declarado culpable.
Comentario de la sentencia
La contrapropuesta
Mantenimiento a costa del Estado
¿Cuál sería el castigo justo?
Oferta de una multa
TERCERA PARTE
Sócrateses condenado a muerte.
Valoración de la sentencia
La predicción
El último mensaje
¿Qué es la muerte?
Petición por los hijos
PRIMERA PARTE
Introducción
¡Ciudadanos atenienses! Ignoro qué impresión habrán despertado en vosotros las palabras de mis acusadores. Han hablado de forma tan seductora que, al escucharlas, casi hanconseguido deslumbrarme a mí mismo.
Cualidades de orador
Sin embargo, quiero demostraros que no han dicho ninguna cosa que se ajuste a la realidad. Aunque de todas las falsedades que han urdido, hay una que me deja lleno de asombro: la que dice que tenéis que precaveros de mí y no dejaros embaucar, porque soy una persona muy hábil en el arte de hablar.
Y ni siquiera la vergüenza les ha hechoenrojecer ante la sospecha de que les voy a desenmascarar con hechos y no con unas simples palabras. A no ser que ellos consideren orador habilidoso al que sólo dice y se apoya en la verdad. Si es eso lo que quieren decir, gustosamente he de reconocer que soy orador, pero jamás en el sentido y en la manera usual entre ellos. Aunque vuelvo a insistir en que poco, por no decir nada, han dicho que seaverdad.
Y, ¡por Zeus!, que no les seguiré el juego compitiendo con frases redondeadas ni con bellos discursos bien estructurados, como es propio de los de su calaña, sino que voy a limitarme a decir llanamente lo primero que se me ocurra, sin rebuscar mis palabras, como si de una improvisación se tratara, porque estoy tan seguro de la verdad de lo que digo, que tengo bastante con decir lo justo, de lamanera que sea. Por eso, que nadie de los aquí presentes espere de mí, hoy, otra cosa. Porque, además, a la edad que tengo sería ridículo que pretendiera presentarme ante vosotros con rebuscados parlamentos, propios más bien de los jovenzuelos con ilusas aspiraciones de medrar.
Estilo del alegato
Tras este preámbulo, debo haceros, y muy en serio, una petición. Y es la de que no me exijáis queuse en mi defensa un tono y estilo diferente del que uso en el ágora, curioseando las mesas de los cambistas o en cualquier sitio donde muchos de vosotros me habéis oído. Si estáis advertidos, después no alborotéis por ello.
Pues ésta es mi situación: hoy es la primera vez que en mi larga vida comparezco ante un tribunal de tanta categoría como éste. Así que -y lo digo sin rodeos- soy un extraño...
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