Prueba

Taller de Coaching
Con la Fuerza de un Huracán


“Si no le gusta…la puerta está abierta”, fue la lapidaria frase que lanzó Claudia a una empleada de la Compañía “ARTS”. La nueva gerente de producción había llegado hace sólo un par de meses, y su único objetivo era levantar los malos resultados del área de operaciones de esta gran compañía.
Nadie lo podía creer en la oficina. Mariela, sucompañera durante ocho años, había sido despedida por no haber estado de acuerdo con la nueva líder, provocando un sentimiento de rabia y frustración en todo el equipo.
“Les cuento que he decidido hacer algunas modificaciones; primero la hora de llegada es a las 8:30AM puntual, los fumadores del equipo sólo pueden salir a fumar dos veces al día, los cafecitos deben ser de máximo 5 minutos, ycualquier tipo de reunión a los que sean citados por otras áreas, se hará con mi presencia durante la tarde”, sostuvo Claudia.
Los empleados murmuraban... “¿Quién se cree esta nueva ejecutiva, para venir a imponer reglas?”. Si bien, no eran el departamento más exitoso de la compañía, los resultados no eran tan malos y, por ende, no aceptaban esta fuerte irrupción.
Fuertes vientos
Claudia por suparte, entendía que necesitaba ayuda, pues sabía que su tarea no sería fácil. Su único objetivo era que el departamento se destacara por su eficiencia y logros en un plazo no mayor a 6 mese. Para ello decidió reunirse con los 3 supervisores del área para comentarles su plan.
“Creo que es necesario sacar a los malos elementos y “traer gente buena”. Por eso necesito los nombres de los más lentos y menoseficientes, para hacer algunos cambios, ya que ustedes los conocen”, les explicaba Claudia.
Los 3 supervisores no podían creer lo que les estaba solicitando aquella mujer, y le pidieron “un poco de cautela y más tiempo para evaluar con calma los impactos”.
Felipe, el más antiguo de los supervisores se atrevió a decirle: “hay algunas normas implícitas en esta empresa, y la más fuerte de todases la lealtad al equipo, y ninguno de nosotros estaría de acuerdo en llegar al éxito sacrificando a un compañero”.
Claudia no se amedrentó con la reacción de los supervisores, estaba segura que muy pronto se darían cuenta de la necesidad de cambios. “Los flojos siempre se protegen entre ellos, hasta que alguno cae”, se dijo a sí misma.
Arrasando…
La actitud de Claudia provocó que el equipo seuniera aún más. Poco a poco, la manera de actuar de esta gerente había acabado por aglutinar a todo el grupo en torno a una sola causa: Verla fracasar.
Los rumores del mal clima en el área de operaciones llegaron hasta el “Don Ramiro” el gerente general de “ARTS”, quien se reunió con Claudia para conversar respecto a lo que había escuchado.
“¡Qué le pasa a esta gente!, ¿quieren ser mediocrespor siempre?, Tú me trajiste a esta empresa por los grandes resultados y logros que tuve en la competencia y jamás cuestionaste mis métodos y mi estrategia” le contestó Claudia.
“Es cierto Claudia, pero a veces a los resultados hay que darles un poco más de tiempo, y quizás en “ARTS” hay que escuchar con algo más que con los oídos”, le dijo “Don Ramiro”.
Sin embargo, la postura de Claudia nocambió, al contrario tomó cada vez más fuerza. Las nuevas reglas comenzaron a afectar desde la manera de relacionarse de los empleados hasta la forma de dirigirse a sus clientes internos y externos.
Ya nada queda…
Los trabajadores ya ni se reconocían. No hablaban igual, la formalidad y el miedo se sentía en el ambiente. Ya no parecían un equipo, ya no compartían como antes.
El único momento quetodos tenían para saber en que estaban, eran en las reuniones de 35 minutos de cada mañana. Pero nadie hablaba nada informal, sólo una pequeña sonrisa o un guiño de un compañero hacía predecir que las cosas andaban bien por casa.
Si bien, ahora el tiempo de trabajo era mayor, no había grandes diferencias en cuanto a los resultados. Las tareas eran hechas en el mismo período, incluso en algunos...