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Sara Martínez Cazalilla
Editorial en contra de la abdicación del Rey:

Morir con la corona puesta
Los sucesivos escándalos que han salpicado a la Corona a lo largo de estos meses, el caso Noos,la caza de elefantes en Botswana o las infidelidades del monarca con la princesa alemana Corinna, han situado a la familia real en el centro de la polémica y se ha reavivado el debate sobre laabdicación de Don Juan Carlos. Además, la abdicación de la reina Beatriz de Holanda y la renuncia del Papa han servido de ejemplo y las diferentes intervenciones quirúrgicas a las que se ha sometido elRey no han hecho más que reforzar esta posición.
Pese a las limitaciones que le imponen sus pasos por el quirófano, Don Juan Carlos puede seguir ejerciendo su papel de representante del Estado. Elmonarca está en plena posesión de sus facultades mentales, y los problemas físicos por los que se ha visto afectado no le impide llevar a cabo sus actividades con normalidad.
Pese a los intentos dealgunos de involucrar al monarca en la trama de corrupción en la que se ha visto envuelto Iñaki Urdangarín, los datos aportados niegan la implicación del Rey en los tejemanejes de su yerno. La CasaReal no ha dudado en condenar este tipo de acciones delictivas y ha expulsado al Duque de Palma de la familia real.
A pesar de la enorme formación del Príncipe Felipe, Don Juan Carlos posee laexperiencia que dan 38 años en el trono siendo el representante de España en el mundo. No hay que olvidar que el Rey ha sido una figura fundamental en la transición democrática de nuestro país. Trasmuchos años de dictadura, el Rey supo reconducir el país hacia la libertad y la democracia. Su intervención en el intento de golpe de estado del 23-F fue decisiva para consolidar la democracia en unasociedad que veía muy de cerca las garras del fascismo.
Vivimos una de las más importantes crisis económicas de nuestra historia reciente, nuestros políticos pierden popularidad a pasos agigantados a...