Reagan y la militarizacion contra las drogas

Reagan y la militarización de la guerra contra las drogas. La operación Blast Furnace

Bagley: Los mitos de la militarización: las fuerzas armadas en la guerra contra las drogas.

La creciente amargura causada por el fracaso de la “guerra contra las drogas” entablada por el gobierno de Reagan, que pretendía reducir la creciente plaga de drogas en los EEUU a comienzos y mediados de losochenta, generó creciente presión política en Washington, pidiendo que se intensificara el papel de las fuerzas armadas estadounidenses y sus equivalentes, en los países que eran fuente, y de donde partía el tráfico de drogas en América latina.

La política de participación militar estadounidense

Los partidarios de una mayor participación militar de los EEUU en la guerra contra las drogasexpresaban toda la gama política de EEUU. Se pedía en general, mayores recursos para la intercepción militar en las fronteras estadounidenses y en alta mar, otorgando facultades a los servicios armados de EEUU para interceptar embarques de drogas y detener a contrabandistas de drogas desplegando fuerzas militares en países extranjeros para impedir la producción y el procesamiento de la droga. Sujustificación se basaba en la afirmación común de que el tráfico de drogas constituía una amenaza importante para la seguridad nacional de EEUU, un tipo de invasión extranjera.
Una coalición ecléctica de conservadores en materia fiscal, liberales en materia civil y funcionarios del Dpto de Defensa se opuso a una mayor participación de los militares estadounidenses en la guerra contra las drogas. Enefecto, su argumento básico era que la suposición de que los militares podían contener el flujo de drogas llegadas del extranjero a los EEUU era en gran parte un deseo con efectos indirectos potencialmente dañinos para el ejército como institución. Las afirmaciones principales eran: La intercepción no funcionará (había que reducir la demanda); la capacidad sería menoscabada (se reduciría la capacidadde defensa contra ataques nucleares o tradicionales y proyectar al exterior el poder militar); que los militares no debían participar en la aplicación de la ley civil (se reduciría seriamente la moral de las tropas); y por último los militares de los EEUU quedarían expuestos a la corrupción.

Los militares estadounidenses y la intercepción de la droga

A través de la historia, la participaciónmilitar de EEUU en la aplicación de una ley civil quedó legalmente proscripta por la Ley Posse Comitatus de 1878.
Respondiendo al explosivo crecimiento del tráfico de cocaína entre los EEUU y los Andes, en 1981 el senador Sam Nunn encabezó un esfuerzo bipartidista por enmendar la ley Posse Comitatus para autorizar a las fuerzas armadas de los EEUU a compartir información relacionada con drogasobtenida de fuentes militares con funcionarios civiles, prestar equipo militar a las agencias de la ley, ayudar en el manejo de este equipo y poner las instalaciones militares a disposición de agentes federales.
Para activar la ayuda militar la nueva legislación requería que el Secretario de Estado, el Secretario de la defensa y el procurador general declararan que existía una amenaza grave a losintereses de EEUU. En general el gobierno de Reagan interpretó la ley en el sentido de que autorizaba esa ayuda.
El papel de la fuerza militar en el combate federal contra la droga siguió siendo relativamente limitado durante el primer período de Reagan en el cargo, aún no era considerado como una gran prioridad por el Dpto de Defensa.
La presión del congreso sobre Reagan para aumentar aparticipación militar en la lucha contra las drogas se intensificó antes de las elecciones de mitad del período, de 1986. Respondiendo a estas crecientes presiones políticas Reagan emitió una directiva de decisión de seguridad nacional declarando que el tráfico de drogas era una amenaza letal a la seguridad nacional de los EEUU preparando así el escenario para una rápida expansión de los EEUU y en el...