Realidad Política Uruguaya Y Su Evolución Histórica

APUNTES SOBRE LA REALIDAD POLITICA DEL URUGUAY EN 2012 Y SU EVOLUCIÓN HISTORICA



(Con la intención de explicar los últimos resultados electorales y pronosticar el próximo)


















Junio de 2012 Eduardo González
Introducción

En el año 2005, treinta y cuatro años después de su formación en 1971, elconglomerado de partidos políticos agrupados en la opción electoral “Frente Amplio”, ganó por primera vez (y en primera vuelta) las elecciones nacionales de la mano del mismo candidato que había conquistado, quince años antes y también por primera vez, la Intendencia de Montevideo: el Dr. Tabaré Vázquez. Cinco años después, y a pesar de lo poco probable que en algún momento pudiera haber parecidoesto a buena parte de la ciudadanía, el candidato del FA y ex-guerrillero tupamaro José (“Pepe”) Mujica tomó la banda presidencial de manos del Dr. Vázquez para un segundo quinquenio de gobierno frenteamplista, luego de una primera vuelta que no le dio victoria directa pero le aseguró mayorías parlamentarias, y una segunda vuelta donde ganó holgadamente.
En política nada es casualidad; y al mismotiempo, nada es exactamente causal. Como en todo sistema social complejo de múltiples variables, aún con los resultados a la vista no es posible hacer un análisis causalidad que no sea rebatible por otra visión igualmente fundada. Es que la Politología es una Ciencia Social, y como tal, carece de la exactitud de las ciencias matemáticas. Sin embargo, esto no significa ni que los procesospolíticos sean aleatorios, ni que sean imposibles de analizar. Solo requieren de tiempo, información, y sobre todo, despojamiento de subjetivismos por parte del analista . ¡Pero es todo esto, lo que hace tan interesante a la política!
Somos ciudadanos comunes, “de a pié”. Medianamente informados, si. Amantes de nuestro país, ciertamente. Preocupados por el futuro de nuestro amado Uruguay, como todoshoy, y por suerte, suficientemente viejos como para saber descreer de mesianismos radicales, promesas de “hombres nuevos”, pontificadores verborrágicos y telepredicadores. Es que la edad nos ha permitido reconocer lo que ni un niño debería ignorar: que podremos ser blancos, colorados, comunistas, tupamaros, independientes, gremialistas, fachos o anarcos, pero somos todos uruguayos, y nuestraidiosincrasia perméa nuestra ideología como el factor aglutinante más fuerte, a la vez que menos reconocido, de nuestra nacionalidad. Somos todos “yoruguas”: impuntuales, quejosos, hipercríticos del otro, desconfiados de todos, fanáticos de todo, hiper-politizados, creyentes en un vago “paraíso del proletariado” donde, de seguro, se nos va a reconocer nuestra capacidad increíble y se va a castigar atodos los que alguna vez parecieron ser mejores que nosotros… en fin, que cuando llegamos a las urnas es solo a votar entre candidatos sustancialmente iguales, proyectos sustancialmente iguales, y propuestas de cambio sustancialmente magras. Y si algún amante del ido Sorocabana, extrañando ese ámbito, propone cambios realmente radicales, pronto aprenderá que en política, también vale la Física, y quemover al mundo requiere vencer su inercia. Porque para que ello no fuera así, deberíamos dejar de ser lo que somos. Pero… ¿es esta visión personal, quasi-fatalista, una negación de la utilidad de los sistemas políticos como tales? Afortunadamente no, o todo el sistema político, y con ello la democracia, peligrarían. El descreimiento en la posibilidad de que el sistema político pueda abrirhorizontes mejores para el ciudadano, es lo que facilita el acceso de los totalitarismos populistas. Véase si no, la manera en que llegaron al poder Castro en Cuba o Chávez en Venezuela, para citar solo dos ejemplos de lo que trae a los pueblos el descreimiento en las instituciones democráticas: un infierno del que no hay fácil retorno. Además, se han dado cambios en Uruguay. Pero el proceso de...