Reavivando Las Antorchas Vicentinass

Reavivar el fuego de la Misión y de la Caridad
Aarón Gutiérrez Nava, CM

Agradezco la oportunidad de compartir con ustedes mi preocupación por la situación de los pobres y mis reflexiones sobre el significado que puede tener para nosotros hoy, la herencia de San Vicente y Santa Luisa.
“Recordar es vivir…”. La memoria de tantas personas entregadas a sembrar y a cultivar el Carisma Vicentinoen tierras de América Central, en esta celebración de los ciento cincuenta años de llegada de las Hijas de la Caridad y de los misioneros de la Congregación de la Misión, ha de impulsarnos hoy a vivir con un espíritu tan grande o mayor que el que ellos tuvieron.
Durante el tiempo de preparación de este Congreso, hemos “visto” y reflexionado las realidades de nuestros pobres. Hemos “descubierto yaalgunos elementos de juicio” frente a estas realidades. E incluso hemos adelantado ya, algunas ideas y propuestas de acción para hacer frente a la realidad de los pobres y desde los criterios que hemos descubierto.
Me correspondería a mí aportar nuevos elementos desde el Carisma Vicentino. Y para ello me he trazado tres objetivos:
Mi primer objetivo en esta participación, es ayudarlesreflexionar ¿cómo fue la mirada de san Vicente ante las realidades de su tiempo? Y por consiguiente ¿cómo ha de ser nuestra mirada ante las realidades que hemos constatado?
Mi segundo objetivo es presentarles los elementos de juicio que utilizó san Vicente para tomar decisiones frente a la realidad que se le presentó a Él.
Y mi tercer objetivo es recordar y profundizar las respuestas que dio san Vicentea las situaciones de los pobres de su tiempo, para que, de su ejemplo, aprendamos a responder hoy, nosotros como Familia Vicentina a los desafíos que nos presenta la realidad actual de los pobres.

1. ¿Qué vió y cómo vió san Vicente a los pobres de su tiempo?
Vicente de Paúl aprendió a mirar la pobreza desde su más tierna infancia. El mismo nos relata que fue “cuidador de cerdos y devacas”. Tiene en sus recuerdos la vida del pobre campesino de “Las Landas”, su tierra natal. Experimentó la pobreza en carne propia y con seguridad, no la vio como virtud ni como don espiritual hasta que aprendió a descubrirla en Jesucristo e hizo su opción por los pobres.
A muy temprana edad le vemos emprender la búsqueda de una puerta de salida a sus pobrezas. Estudia ayudado por el señor de Comet, sutío. En adelante, sostendrá una tendencia al ascenso mediante el sacerdocio y la posible búsqueda de un obispado. Sorprende que a muy temprana edad ya estuviera buscando como dicen sus biógrafos “un honroso retiro”.
Podemos afirmar que un buen tramo de su camino lo pasó buscando la forma de superar su pobreza y la de su familia, de escalar otros peldaños de la sociedad de su tiempo. Y que Diosle hizo experimentar distintos modos de pobreza, -entre ellos-, la experiencia de la esclavitud que algunos biógrafos ponen en tela de juicio. Experimenta la frustración de los pobres ante la injusticia cuando fue acusado de robo, y avergonzado por no poder probar lo contrario. Vicente “ve” la miseria de los pobres como distribuidor de las limosnas de la reina Margarita. Y como preceptor de loshijos de familias acaudaladas, como los Gondí, donde descubre la necesidad y la fuerza de la Misión.
No cabe duda que en el trayecto de esta etapa de su vida aprendió Vicente a mirar con profunda simpatía y comprensión el mundo de los pobres. Dicha simpatía se fue transformando poco a poco en la chispa que le animará a abandonar secretamente a los Gondí para empezar una nueva vida a lado de lospobres.
Dos experiencias más que significativas trazaron el futuro de Vicente, iniciando un amor decisivo y total hacia los pobres: Folleville y Chatillón.

a. Folleville: la antorcha de la Misión.
En las propiedades de los Gondí descubre Vicente motivos suficientes para repensar la trayectoria de su vida. Todos conocemos la historia de un hombre que pasaba por ser el bueno de la...