recorde
En medio de la penumbra y el largo camino que se encontrabaante mis ojos, los recuerdos me perseguían como si quisieran hundirme en la máxima melancolía, porque sucede que cuando uno está solo, miles de memorias aparecenen el intento de hacer compañía, y eso muchas veces quema por dentro y mata de a pocos.
La vida es un juego cuyas reglas jamás son explicitas, donde muchospierden y otros ganan sacrificando lo que más aprecian, lo cual solo significa pérdida y dolor. La vida es eso que yo no me he atrevido a jugar, pues estoy en labanca expectante a que cualquier cosa me dé el impulso para empezar, o incluso más curioso: tal vez hace rato que empecé a jugar pero no me he dado cuenta deello.
Uno debe entender que esto se trata de inicio y final, la gente, las alegrías, los momentos… todo termina. Pero pasa muchas veces que el lapso entre elcomienzo de la tristeza y su final es mucho más largo que el que existe entre el inicio y el final de la alegría. ¿Por qué? No lo sé, es uno de los misterios que aúntrato de entender.
Y así, así como este sendero me trae recuerdos que duelen y alegran a la vez, la vida se encarga de lanzarme en la cara las memorias que meaplastan el corazón y se niegan a dejarme continuar, porque uno es tan tonto que se aferra a lo que alguna vez sintió y es esto lo que no permite avanzar.
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