REFLEXIONES DE MAESTRA

REFLEXIONES DE MAESTRA
Cada mañana al llegar a clases, cuando abro la puerta del salón siento la felicidad de recibir esas pequeñas creaturas curiosas, mis estudiantes con sus cuadernos y lápices de colores expectantes de lo que traerá el nuevo día.
Un beso, un abrazo, el dialogo sobre como están, algunas anécdotas y comenzamos la experiencia.
A veces me siento en un rincón del salón paraver la dinámica de clase y me parece un sueño, unos pintan, otros discuten, hay quienes copian un texto de un libro o están consultando algo en Internet. Entonces, pienso que el conocimiento toma vida de múltiples formas y se siente alegría, la misma que sentimos cuando jugamos o cantamos una canción.
Muchas opiniones, charlas, pequeñas bromas o chistes y otros instantes llenos de concentración yal finalizar la jornada, solo nos enteramos por el sonar de la campana que anuncia la terminación de una bella experiencia, tan amena para ellos y para mí que parece extenderse en el tiempo y no importa que los demás salgan, nosotros continuamos compartiendo impresiones de clase y muchas historias que se han quedado en el tintero.
Cuando nos visita la madrina aprovecho para escucharlosinteractuando con alguien más, me llenan el corazón de orgullo, me siento feliz de estar a su lado, veo sus avances, cómo vencen la timidez, su elocuencia al hablar de los procesos que vivimos en clase, su respeto por la palabra y por la diferencia de pensamiento.
Tengo un grupo muy heterogéneo pero eso parece no importar tanto cuando sus manos se levantan para opinar y hacer sus aportes.
Sin embargo,nada es perfecto, muchas veces me siento en una pequeña banca a mirar en esas inmensas montañas de Guacas, las fincas diminutas de donde vienen estos personajes, que parecen salidos de cuentos fantásticos; sus sacrificios, tristezas, dificultades y comprendo lo valientes que son y entonces, me cuestiono si realmente estoy contribuyendo a mejorar sus expectativas de vida.
Siempre me acompaña eltemor de no hacer lo mejor para ellos y me esfuerzo al máximo para que ese ambiente de clase que tanto nos agrada sea siempre así.
Algunas veces, al hacer una evaluación escrita y valorarla en mi escritorio, debo pensar en las respuestas que me dieron replanteando desde donde salieron, por qué hay o no claridad en un tema, que temores u obstáculos sortearon en el momento de enfrentarse a estas.
Yes que la verdad más allá de los conocimientos para mí es importante que los niños sean felices, que en sus recuerdos siempre estén las experiencias de la escuela como los mejores, que continúen unidos unos y otros, solidarios, cooperativos, preocupados el uno por el otro.
Además, la disciplina toma otra connotación pues siempre hay una especie de desorden ordenado, movimiento, murmullo,discusión.

Pero sé que deben enfrentar un mundo que mide, clasifica, segrega y que para enfrentarlo, los niños deben tener conocimientos específicos y darles aplicabilidad.
Es aquí donde comienzo en ocasiones a dudar y es que existe la presión de ese otro esclavizador que opera a través de directivos y cuantas visitas se idea el Ministerio para controlar y fiscalizar mi trabajo ocasionandoinhibición, coartando la libertad de la relación con el conocimiento. Violentando la dinámica del aula con su mirada inquisidora.
Cuantas veces, teniendo claro el camino a seguir me he desviado por temor o por miedo. Como dice Freire convirtiéndome en una maestra tía, temerosa, obediente preservadora del Statu quo.
Yo sé que esto es muestra de fragilidad y que mis estudiantes pueden percibirlo cuando venvariar la estructura de las clases de un día para otro.
Aquí es donde justo debería entrar el valor, la fortaleza y la certeza de que lo que hago está bien y se evidencia en el avance de los niños, en su participación, cuando observo que ellos han aprendido a organizarse, hacen manifestaciones sobre sus desacuerdos con normativas que van en contra de sus intereses como por ejemplo, el...