reforma educativa

Desde diciembre del año 2012, cuando el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentó la reforma educativa constitucional, que formaba parte de los primeros doce compromisos o decisiones presidenciales de su gobierno, se ha venido gestando un conflicto de corte político-social que amenaza con expandirse a otros sectores aparte del educativo. Se trata en efecto de un dilema cuyaresolución, lejos incluso de vislumbrarse a largo plazo, se antoja imposible de alcanzar en su totalidad, sumándose así a las diversas y numerosas adversidades que aquejan a la población y la mantienen en la incertidumbre ante la problemática general del país.
• No cabe duda que desde hace muchos años el sistema educativo nacional, desatendido, manipulado y degradado como ha sido primero por el Estadoy luego por la acción predadora del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que bajo la corrupta dirección de sus líderes, y justamente contra lo que surge a principios de los años ochentas Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), contribuyó en demasía a que le problema se agudizara, necesita de una urgente reestructuración y renovación de fondo. Por esocuando, dentro del marco de los acuerdos y compromisos establecidos en el Pacto por México, firmado por los representantes de las diferentes fracciones políticas en 2012, la llamada reforma educativa fue anunciada, se esperaba que sus leyes secundarias así como las modificaciones a la Ley General de Educación ahondaran precisamente en estas cuestiones. Sin embargo queda claro que la reforma no hasido formulada con la intención de atacar los problemas de raíz que perjudican la educación en México, sino que se ha quedado solamente en una iniciativa que busca hacer reformas en materia laboral.
• Si bien desde la postura de la administración del presidente Enrique Peña Nieto se insiste en que el objetivo, entre otras cosas, es aumentar la calidad de la educación básica, así como la matrículay la calidad de la educación media superior y superior, los maestros agremiados ven en este paquete de leyes un descarado intento por parte del actual gobierno (a través de la implementación de un pobre modelo de evaluación), de retomar el control magisterial que en décadas pasadas había cedido al sindicato de maestros.
No se trata pues de reformar el modelo formativo del país, efectuar nuevos ymejores planes estudiantiles, enriquecer los contenidos de los libros de texto, enciclopedias o medios digitales, o crear planes de desarrollo para mejorar y ampliar la infraestructura de los planteles educativos, la intención es más bien someter el trabajo de los docentes a una evaluación implementada, ejercida y controlada por el Estado.
En medio de estas diatribas, lo cierto es que la malaplanificación de esta iniciativa, sumada a la apresurada acción del Poder Legislativo por declararla constitucional (acción que bien podría ser calificada de irresponsable), ha desatado la lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) contra la reforma, quienes alegan ser las principales víctimas en este asunto, al verse amenazada la estabilidad de su profesión así comosus derechos laborales; mas no son los únicos que han visto en la reforma una forma de imposición y despotismo gestada desde las esferas de poder, de ahí que otros grupos sociales, incluido un gran porcentaje del sector estudiantil, se hayan sumado al movimiento.
¿Pero está justificada la actuación de la Coordinadora en su lucha contra la reforma?, ¿qué tanto hay de cierto o de falso en losseñalamientos negativos que los miembros del magisterio han hecho sobre los cambios a los artículos 3º y 73º?
Quizá el punto más controversial de la reforma se encuentra en lo referente a la Ley de Servicio Profesional Docente, que propone lineamientos para que la asignación de nuevas plazas docentes para la educación básica y media superior se lleve a cabo por medio de concursos de oposición.
Los...