Relacion Entre Pastoral Y Espiritualidad

La relación entre la Pastoral y la Espiritualidad

Empecemos con lo que nos señala Segundo Galilea.

Habitualmente –dice el autor- la renovación comienza por las actividades pastorales. Pues es ahí donde se experimentan primeramente las incoherencias entre un cierto “modelo” de Iglesia y en la realidad. La crítica de la pastoral comienza a partir de la experiencia misionera en la periferia.Los cambios y adaptaciones comienzan por ahí, en el diálogo evangelizador con esas realidades.

El Concilio planteó e impulsó cambios institucionales, movido por el Espíritu, con reformas que abarcan todos los niveles de organización eclesial: la VC, las curias diocesana y vaticana, la conferencias episcopales, las zonas pastorales, los presbiterios, las instituciones del apostolado laico, laenseñanza de la teología, los seminarios, la educación católica.

Tal vez algunos pensaron que la renovación de la Iglesia era sólo eso. Pero el cambio institucional y funcional, solos, se revelaron insuficientes, superficiales. A veces crearon problemas y crisis tan innecesarias como agudas. Pues todo cambio en la Iglesia supone, tarde o temprano, plantearse la renovación de la motivaciones queimplican las nuevas opciones.

Para la Iglesia, las motivaciones son más que esenciales; son su sello de identidad. Los “porqué” de su organización y de su acción no se explican decisivamente por las ciencias humanas o la pura racionalidad histórica: se refieren a Jesús y su evangelio como motivación global, imprescindible y dominante. Es la motivación del Espíritu. Por eso, hablar demotivaciones en el cristianismo es hablar de mística, de espiritualidad.

La renovación institucional y funcional de la Iglesia requiere la renovación de su mística. Hay que evitar la dicotomía entre pastoral, teología, condiciones culturales y sociales y la espiritualidad, que no es una “ciencia” o una “praxis” más en la Iglesia sino su “savia”, cualquiera sea el modelo de Iglesia.

Cuando esto seolvidó se produjo una cierta “esquizofrenia” en algunos cristianos. Ellos progresaron en todos los niveles de la renovación, cambiaron muchas categorías pastorales, litúrgicas, teológicas, disciplinarias. La imagen de la Iglesia y la misión cambió. Igualmente su concepto que relacionaba la fe con la historia y la sociedad; por eso las opciones sociales y políticas tomaron más importancia.

Eneste contexto no hubo una renovación de la espiritualidad, y ésta quedó “tradicional”, coherente con otra visión de la fe y de la misión, e incoherente con las nuevas experiencias eclesiales. En estas condiciones, la espiritualidad no motiva, se hace irrelevante, se deja, pues una mística que no nutre la experiencia humana deja de tener significación; una espiritualidad ajena al modelo eclesial quese vive lleva a las crisis de la “esquizofrenia” cristiana.

Segundo Galilea advierte: la espiritualidad renovada o “nueva” que se busca es, al mismo tiempo, tradicional y “revolucionaria” en sentido evangélico, y no ideológico, de estos términos. Para que esta renovación sea auténticamente católica, debe abarcar todas las dimensiones históricas de la Iglesia.

La respuesta no está enabandonar toda mística, o en retroceder en la renovación de las instituciones u opciones, por miedo a un colapso de los valores cristianos, sino renovar profundamente la fe y la espiritualidad.

Es lo que Juan Pablo II pide en su Encíclia NMI: volver a la santidad como núcleo fundamental de toda programación pastoral. Darle “alma” a nuestra acción pastoral, poner la espiritualidad donde falta.

Lavitalidad de la espiritualidad

Por lo general, cuando usamos el término “espiritualidad” nos estamos refiriendo a una experiencia religiosa. Experiencia que aspiramos sea personal y dinamizadora de una vida nueva o renovada, que aporte el sentido profundo a la praxis cristiana. El encuentro del creyente con Dios en Jesucristo es la meta de toda tarea pastoral. Pero es también el punto de...