Relaroria

RELATORIA



Abundante es la tinta que ha corrido en las reflexiones oriundas de las ciencias sociales respecto al conocimiento objetivo y objetivante, aquel que propugna como condición primera que el sujeto cognoscente tome distancia y actúe siempre como observador externo, en definitiva, una forma de conocimiento donde se presume no existe compromiso alguno entre el objeto sobre el cual sereflexiona y el sujeto que realiza la reflexión.

No obstante, la vasta y creciente complejidad de la realidad entendida como aquel espectro de acción del hombre e incluso del universo mismo[1], le ha planteado a las diferentes ciencias, en este caso las sociales, la necesidad de comenzar a incluir y reconocer en los procesos cognoscentes y explicativos de la naturaleza y el entorno social, la accióny el papel desempeñado por el sujeto que conoce, entiende, aprehende y explica, o mejor, que se apropia de ciertas cualidades de “x” objeto o fenómeno y de alguna manera lo introyecta en su esfera de acción personal, desembocando luego en un impacto en la sociedad (no importa el nivel) por tanto aquellas cualidades que de alguna manera tomó en su acercamiento cognoscitivo y reflexivo, tienen unimpacto en el sujeto que aprehende y éste transmite ese impacto en una caja de resonancia más amplia, como es la sociedad.

Touraine, en sus propios términos, habla de estos mismos caminos recorridos en las ciencias sociales donde por tradición, tal vez positivista, se ha mirado con recelo la intervención reconocida del sujeto en la comprensión de lo social; habla de una especie de estigmatautológico que acompaña aquellas reflexiones donde el sujeto se detiene a pensarse a sí mismo como punto de partida del proceso cognoscente, y reconoce abiertamente la importancia que reviste esta forma de pensar y acercarse a las dinámicas sociales. Es en definitiva, como podría interpretarse al autor, una forma de construcción de la historia (y la Historia, como campo del saber científico) que suprimelo que Touraine describe como “historicidad”, es decir, los procesos y ritmos sociales que alimentan la cotidianeidad y las grandes estructuras y que reconocen no sólo las acciones puntuales de los sujetos sino también, el potencial de transformación social que tienen estas acciones.

El autor permite inferir lo anterior en tanto discurre acerca de la sociedad como un entramado no tanto deindividuos, visto el hombre en su expresión más existencial, sino de sujetos, que están imbricados en un tejido de relatos y correlatos reconocido como historia, y que no sólo reconoce sino que deja reconocer, la acción y la voluntad misma de estos sujetos, que para actuar y activar su voluntad, necesitan en principio identificarse a sí mismos y a sus semejantes, en términos de su capacidad de preservarlo establecido o por el contrario, cambiar las trayectorias de la sociedad, Lo que Touraine describe como el nacimiento de un actor social. Al prescindirse entonces de estas aristas en las reflexiones de las ciencias sociales y en la manera como se construye y se expone su historia a una sociedad, se podría interpretar la propuesta del autor a la manera de unos procesos de construcción de lossaberes sociales, y por extensión de la sociedad misma, que desde su origen están destinados a permanecer incompletos.

En otras palabras, cuando no se reconoce a cabalidad el papel desempeñado por el sujeto que no sólo es cognoscente sino que también actúa, perfila y modifica caminos y proyectos sociales, de alguna manera se están edificando versiones excluyentes y parcializadas de lo social y portanto, se están cercenando muchos espacios y esferas de acción de potenciales actores sociales que aún no superan el carácter de meros individuos, de suerte que, primero, no son reconocidos en su máxima expresión como agentes de acción y transformación por parte de sujetos que tal vez sí han desplegado su margen de intervención en lo social, y segundo, y quizá más importante, potenciales sujetos...