Religion
Si todo es dios también lo es quien no cree en esa interpretación deísta. Lo sagrado es una forma de nombrar lo innombrable. Lo profano es todo lo demás. Pero la invitación a losagrado pasa por lo profano. Desde las vestiduras sacerdotales a los cánticos religiosos todo es profanable. No hay nada del orden de la forma que no pueda serlo. El boato con el que se invisten los profesionales del rito no les quita que sigan limitados por sus cuerpos, sus dimensiones corpóreas, sus obediencias a las leyes de la naturaleza fisiológica.
De la totalidad de espacios de los que podamoshacer inventario los específicamente religiosos no están exentos de contradicciones, dolor, suciedad, especulación y luchas por el poder. Los campos santificados para los cadáveres de católicos o las iglesias no son especialmente lugares más sagrados que otros lugares proporcionados espontáneamente por la naturaleza. Donde sigue habiendo catedrales magníficas es en los reinos mineral y vegetal.Las góticas han constituido un ejercicio de orgullo del humano pre-renacentista resuelto a salir de los oscuros rincones del románico. La elección misma de un lugar asignado para lo sagrado se rige por un criterio profano que contradice el mismo sentido de la totalidad. La humanidad ha necesitado de recursos de contacto con el más allá: desde el oráculo al lugar de la ceremonia episódica, desde elaltar de los sacrificios al lugar del sosiego. Un templo como espacio de concentración y silencio puede ser un buen sitio, desde el punto de vista material más utilitarista, para la calma. Los templos están por todas partes mientras que las cuevas de retiro no lo están tanto. No creo que haya ningún inconveniente en utilizarlos para encontrar un momento de calma y mantener contigo mismo una sesiónde silencio. Los devotos de Guadalupe en México utilizan las iglesias para todo: incluidas las siestas.
Sus imágenes y su arquitectura pueden ser obviadas. Lo principal es el sosiego que proporcionan lo de menos sus zonas escasamente iluminadas, la distribución del espacio interno o incluso su belleza escultural. Dejé de ser católico con la crisis de adolescencia tras reconocer la estafasocio-cultural a la que me habían llevado mis instructores desde la infancia. Nunca más me he visto empujado a reconsiderar la posibilidad de volver al catolicismo. Eso no me ha impedido visitar y usar, en la medida en que sus horarios restrictivos lo permiten, los templos en el curso de mis viajes. Una parte considerable de las visitas del viajero internacional se las sigue llevando el recorrido por loscentros religiosos. Aparentemente tal avalancha puede ser interpretada como devocional. No es así, hay motivaciones artísticas para visitar los sitios e indagatorias para explorarlos y estudiar las formas adherentes a los ritos y al hecho congregacional. La solemnidad, es decir, el silencio en el que suelen estar les inviste de una función añadida. Cualquier espacio definido como lugar sagrado...
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