Repensar la arquitectura en las carceles

Repensar la arquitectura de las cárceles

Por la Adj. Ppal. Arq. Silvina MONTOYA

No es noticia nueva que los sucesos del encarcelamiento son el reflejo potenciado de la actualidad de los factores sociales y económicos de una comunidad determinada, aunque puede resultar interesante el bucear en la historia de estas comunidades para identificar el momento preciso donde se afianzaron laspolíticas de la reclusión.
La revolución industrial y esa desenfrenada carrera por producir permanentemente, el crecimiento demográfico y la consolidación del nuevo urbanismo hablaban de otros factores sociales que vieron apagarse los comienzos del siglo XVIII, donde el castigo legal era considerado fundamentalmente como un instrumento exclusivamente represivo, destinado a disuadir a los espectadores decualquier posible contravención de las normas.
A lo largo del siglo XVIII, y específicamente durante el período de la Ilustración, aparecen nuevos pensadores como Rousseau, Montesquieu, Becaría, Lardizábal que reformulan las teorías del derecho a castigar como algo derivado de la necesidad de los hombres de vivir en comunidad. Esta idea, en apariencia tan simple, llegó a transformarprofundamente los sistemas legales europeos y americanos.

El estudio científico del delincuente y sus hipótesis, daban lugar a cuestionar la vieja ideología de aplicación de la pena retributiva frente a la posibilidad de incorporarlo a un sistema de reconversión social que a su vez manifestaba un criterio de proporcionalidad aritmética entre el delito y el castigo y la posibilidad de incorporar en elprisionero la facultad de resultar productivo desde el sistema del encierro.

Si bien fue Europa la cuna de las nuevas teorías socializadoras, Estados Unidos de
Norteamérica fue uno de los principales países donde éstas se hicieron materia visible. De hecho fue el país que desarrolló los modelos físicos que dieron paso a las primeras manifestaciones arquitectónicas de la nueva penología.
Así losmodelos radiales y paralelos[1], fueron el punto de partida para que diseminados por todo el mundo se construyeran cientos de establecimientos penales basados en los partidos arquitectónicos establecidos por estos tipos edilicios.
Europa misma, el continente que gestó las nuevas ideas, tomó sobre todo el tipo radial en la generación de sus edificios, para muchas veces adaptarlo a un régimenauburniano, o de pabellones laterales.

Que pasó en la Argentina
Más allá del remanido tema de la dependencia cultural, es evidente que en la cuestión de la construcción de edificios para la reclusión la posición de América Latina adscribe, con diversos matices, a la cultura del mundo occidental.
Observemos que, en general en toda manifestación de arquitectura, cuando los grupos de decisiónregionales adoptan un tipo formulado por los países centrales resultan ser grupos de decisión de segundo grado, debido a que su intervención no consiste en formular nuevos tipos, sino en adoptar o adaptar modelos elaborados por otros medios culturales. Este es un recurso sumamente válido desde la perspectiva de tomar lo mejor y ya probado para insertarlo en un medio relativamente análogo.
Evidentementeexiste una amplia gama de actitudes en esta trasculturación de tipos, desde la repetición directa del modelo elegido, donde generalmente se producen necesarias rupturas que violentan su nuevo entorno, hasta la utilización realmente histórica del tipo (proceso de transformación y adaptación).
En nuestro país, en los inicios de la materialización de arquitectura destinada para la reclusión,rescatamos los ejemplos de la Penitenciaría de Las Heras, Sierra Chica, Mercedes, Mendoza donde pese a no responder a un sistema penal consolidado[2], su trazado contempló la selección de regímenes penales importados y la redacción de reglamentos de funcionamiento específicamente escritos en nuestro país.
Los modelos originales fueron adaptados a la metodología de aplicación de las penas vigente,...