Represión Contra El Movimiento Obrero y Las Organizaciones Del Magisterio.
Páginas: 19 (4541 palabras)
Publicado: 10 de octubre de 2011
Represión contra el Movimiento Obrero y las Organizaciones del Magisterio.
La disolución ejecutiva de la Confederación de trabajadores
Las primeras medidas represivas adoptadas fueron a partir del 24 de noviembre de 1948 como la de ocupar, saquear y clausurar los locales sindicales en toda la República. La cacería policial de los dirigentes obreros y campesinos asumió formas de singularviolencia. En las cárceles fueron amontonados por centenares los líderes del obrerismo y campesinos.
La réplica de los obreros fue la de promover una serie de huelgas, en distintas ramas de la producción y entonces se legalizó a posteriori el decreto el 25 de febrero de 1949 la ofensiva en marcha desde hacía tres meses contra el movimiento Sindical Democrático.
En aquella fecha se ordenó ladisolución ejecutiva de la poderosa Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y todas las Federaciones a ella afiliadas, incluida la Federación Campesina, quedando más de medio millón de trabajadores, las cuatro quintas partes de los obreros y campesinos organizados quedaran sin dirección centralizada que los comandara y orientara.
Detrás de esa medida de represión seudolegal, vino laResolución del Ministerio del Trabajo, el 24 de febrero de 1949, disolviendo al Sindicato de Artes Gráficas del Distrito Federal como respuesta a una huelga de estricto carácter económico que suspendió por algunos días de la circulación Caracas.
El arbitrario decreto que ilegalizo a la Confederación de Trabajadores y a las Federaciones a ellas afiliadas, no eliminó a los sindicatos los dejosubsistir pero sometidos a una regimentación que equivalía a someterlos a la férula de la policía, esa reglamentación fue articulada en una resolución que emitió el Ministro del Trabajo el 09 de marzo de 1949.
De acuerdo con sus términos se privó a los sindicatos de sus dirigentes que habían sido elegidos libres y democráticamente, a estipularse la disolución de todas las Juntas Directivas.
Enel término de un mes debían reponerse esas directivas, pero los antiguos miembros de ellas quedaban expresamente marginados por la resolución de las posibilidades de ser reintegrados a sus cargos, el funcionamiento de los sindicatos se condición a la disolución de sus Juntas Directivas y por último las Asambleas en las cuales se hicieran esos cambios necesitaban la autorización previa de losInspectores de Trabajo, y en el acta que se levantara no tendría validez sin la aprobación de ese funcionario.
En esos mismos días estaba celebrando en Montevideo la IV Conferencia de los Estados de América miembros de la Organización Internacional del Trabajo.
Ante la Oficina en Ginebra de esa Agencia especializada de la Naciones Unidas había denunciado lo que estaba sucediendo en Venezuelaal movimiento obrero, el secretario general de la CTV, Augusto Malavé Villalba, ya en el exilio había escogido esa denuncia, y la presentó vigorosamente a la CVIII reunión del Consejo de Administración de la OIT .
Los miembros obreros de las delegaciones junto con los gubernamentales de algunos países plantearon la cuestión de las violaciones de los derechos sindicales en Venezuela y Perú.
Enesos planteamientos se destacó ya desde entonces quien fue uno de los mejores y tal vez el más energético y constante de los defensores en el exterior del sindicalismo democrático venezolano Serafino Romualdi dirigente de la American Federatión of Labor (Federación Americana de Trabajo).
Como resultados de esos alegados acordó la Asamblea instruir al Consejo de administración de la OIT paraque hiciera una encuesta acerca de la realidad sindical de los dos países cuestionados Venezuela y Perú.
Lo que vio y encontró la Misión Rens, de la OIT
El Gobierno de lo triunviros respondió al Acuerdo de Montevideo con una maniobra que le pareció seguramente muy hábil al doctor Rubén Corredor de la Consultoría Jurídica del Ministerio de la Defensa había saltado al Ministerio del Trabajo,...
La disolución ejecutiva de la Confederación de trabajadores
Las primeras medidas represivas adoptadas fueron a partir del 24 de noviembre de 1948 como la de ocupar, saquear y clausurar los locales sindicales en toda la República. La cacería policial de los dirigentes obreros y campesinos asumió formas de singularviolencia. En las cárceles fueron amontonados por centenares los líderes del obrerismo y campesinos.
La réplica de los obreros fue la de promover una serie de huelgas, en distintas ramas de la producción y entonces se legalizó a posteriori el decreto el 25 de febrero de 1949 la ofensiva en marcha desde hacía tres meses contra el movimiento Sindical Democrático.
En aquella fecha se ordenó ladisolución ejecutiva de la poderosa Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y todas las Federaciones a ella afiliadas, incluida la Federación Campesina, quedando más de medio millón de trabajadores, las cuatro quintas partes de los obreros y campesinos organizados quedaran sin dirección centralizada que los comandara y orientara.
Detrás de esa medida de represión seudolegal, vino laResolución del Ministerio del Trabajo, el 24 de febrero de 1949, disolviendo al Sindicato de Artes Gráficas del Distrito Federal como respuesta a una huelga de estricto carácter económico que suspendió por algunos días de la circulación Caracas.
El arbitrario decreto que ilegalizo a la Confederación de Trabajadores y a las Federaciones a ellas afiliadas, no eliminó a los sindicatos los dejosubsistir pero sometidos a una regimentación que equivalía a someterlos a la férula de la policía, esa reglamentación fue articulada en una resolución que emitió el Ministro del Trabajo el 09 de marzo de 1949.
De acuerdo con sus términos se privó a los sindicatos de sus dirigentes que habían sido elegidos libres y democráticamente, a estipularse la disolución de todas las Juntas Directivas.
Enel término de un mes debían reponerse esas directivas, pero los antiguos miembros de ellas quedaban expresamente marginados por la resolución de las posibilidades de ser reintegrados a sus cargos, el funcionamiento de los sindicatos se condición a la disolución de sus Juntas Directivas y por último las Asambleas en las cuales se hicieran esos cambios necesitaban la autorización previa de losInspectores de Trabajo, y en el acta que se levantara no tendría validez sin la aprobación de ese funcionario.
En esos mismos días estaba celebrando en Montevideo la IV Conferencia de los Estados de América miembros de la Organización Internacional del Trabajo.
Ante la Oficina en Ginebra de esa Agencia especializada de la Naciones Unidas había denunciado lo que estaba sucediendo en Venezuelaal movimiento obrero, el secretario general de la CTV, Augusto Malavé Villalba, ya en el exilio había escogido esa denuncia, y la presentó vigorosamente a la CVIII reunión del Consejo de Administración de la OIT .
Los miembros obreros de las delegaciones junto con los gubernamentales de algunos países plantearon la cuestión de las violaciones de los derechos sindicales en Venezuela y Perú.
Enesos planteamientos se destacó ya desde entonces quien fue uno de los mejores y tal vez el más energético y constante de los defensores en el exterior del sindicalismo democrático venezolano Serafino Romualdi dirigente de la American Federatión of Labor (Federación Americana de Trabajo).
Como resultados de esos alegados acordó la Asamblea instruir al Consejo de administración de la OIT paraque hiciera una encuesta acerca de la realidad sindical de los dos países cuestionados Venezuela y Perú.
Lo que vio y encontró la Misión Rens, de la OIT
El Gobierno de lo triunviros respondió al Acuerdo de Montevideo con una maniobra que le pareció seguramente muy hábil al doctor Rubén Corredor de la Consultoría Jurídica del Ministerio de la Defensa había saltado al Ministerio del Trabajo,...
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