Resen A De El Dios En La Imagen

Catalina Salguero Palacino
201225347
25 de Febrero del 2015

Reseña de “El Dios en la imagen” de David Freedberg

David Freedberg en el capítulo “El Dios en la imagen” del libro El poder de las imágenes pretende hacerle conocer al lector la relación que se ha establecido ente las imágenes y el hombre a lo largo de la historia. El capítulo gira alrededor de dos conceptos que forjan los cimientosde las hipótesis que plantea Freedberg para el desarrollo del texto y que, de igual manera, son fundamentales para su comprensión, estos son: la imagen y la respuesta. Para Freedberg las imágenes pueden ser cualquier cosa, desde una pintura, una estatua hasta una máscara, sin embargo, la importancia radica en cómo éstos “dejan de ser un simple objeto material y se convierten en la cosa misma quesimbolizan,”1 es decir, cómo por medio de nuestra configuración socio-cultural consagramos una imagen.
El contenido del capítulo “El Dios en la imagen” está dividido en cinco partes: una introducción y cuatro apartados. En éstos Freedberg desarrolla, por medio de ejemplos históricos, temas e ideas, la importancia de la imagen y su trascendencia espiritual y psicológica; no sólo en occidente,sino en otras culturas como la africana. Este no es un estudio que pueda ser atribuido a la historia del arte, sino a una investigación sociológica por medio de la historia. Para Freedberg el objetivo radica en esclarecer lo que las imágenes en sí mismas provocan como respuesta, no sólo en el ámbito descriptivo o simbólico sino también en el ámbito estético.
En la introducción el autor hace alusióna una Virgen muy venerada en la aldea de Rocamandour, la cual es visitada por un gran número de personas, tanto fieles como no, desde la Edad Media hasta hoy en día. Sin embargo, esta Virgen “es una escultura pequeña, en apariencia insignificante y bastante fea,”2 lo que nos hace entender que la importancia de esta escultura radica en la idea de la presencia simbólica de la Virgen y no en elhecho de las características estética. Aun así, Freedberg se cuestiona si el hecho de no ser creyente, cambia la forma en que se concibe la imagen como la Virgen; ya que si la fe está ligada a la consagración de la imagen, sería la única forma en que “el signo se [convertiría] en la encarnación viva de lo que significa.”3
En el primer apartado, por medio de una anécdota de la vida de San Juan elAyuntador, escrita por su discípulo Fotino, el autor prueba que el poder constructivo del pensamiento metafórico y metonímico constituye la forma en que los seres humanos nos hemos relacionamos con las imágenes. Freedberg afirma que la imagen sólo funciona cuando la reconocemos, es decir luego de que su representación se fusiona con su prototipo. Es por eso que, aun así se socave la fe siendoconsciente de que la imagen es un objeto, se establece que la fe no es un factor fundamental para la consagración de una imagen, sino que permanece en un segundo plano.
En el segundo apartado, el autor presenta el culto ndaká ghoyá del pueblo Nupa de Nigeria en África Occidental en el cual se utilizaba una máscara con un alto valor simbólico (el pasado “utilizaban” es porque esta ceremonia fuesuprimida por las autoridades coloniales). El uso de esta máscara se asemeja en cuestiones de fusión e inherencia, con la percepción de la imagen para los occidentales. Estas máscaras, al igual que las pinturas o estatuas, dejan de ser un simple objeto y se convierten en la cosa misma que simbolizan. La imagen, en ambos casos, se convierte en el locus del espíritu que sólo puede ingresar con lamediación de un ser vivo. Sin embargo, la desaparición de esta tradición en Occidente, según Freedberg, se da porque las personas comienzan a no reconocer estas imágenes como propias. Prefieren no saber nada que trascienda los datos cronológicos y espaciales, negándose a reconocer “la respuesta a todas las imágenes que anteceden a la objetividad y la observación racional.”4 El al autor evidencia...